Al menos 30 muertos en una estampida en Mali

La avalancha se produjo cuando decenas de fieles musulmanes se congregaron en la principal mezquita de Tombuctú para dar las tradicionales vueltas.

Al menos 30 personas murieron el jueves por la noche aplastadas y decenas resultaron heridas en una avalancha humana junto a la principal y más antigua mezquita de la ciudad maliense de Tombuctú, en el noroeste de Mali, según informaron ayer fuentes gubernativas.

 

La avalancha se produjo cuando decenas de fieles musulmanes llegados de todo el norte de Mali se congregaron ante la mezquita Djinguereber, actualmente en obras, para celebrar la fiesta del Maulud, que conmemora el nacimiento del profeta Mahoma.

 

Fuentes del Ministerio de Administración Territorial maliense indicaron que al menos 30 personas murieron y otras decenas resultaron heridas, entre ellas varios niños y mujeres.

 

El accidente se produjo cuando los fieles se congregaron ante la histórica mezquita de Tombuctú para efectuar las tradicionales vueltas alrededor del templo que marca la tradición musulmana.

 

Las calles alrededor de la mezquita presentaban varias estrecheces a causa de las obras que se realizan en la actualidad en el templo, lo que provocó un gran tapón, que desembocó en empujones y en un movimiento de pánico generalizado entre los congregados, explicaron testigos en Tombuctú.

 

"Todos los años, la gente viene a la gran mezquita por el Maulud, pero este año las obras bloquearon algunas carreteras", declaró el imán Abdramán ben Effayuti. La mezquita está siendo objeto de obras de restauración. "La gente se dirigió a callejones estrechos, empezó a empujar y ocurrió la tragedia", añadió.

 

El presidente de Mali, Amadou Toumani Touré, interrumpió ayer la celebración del Mulud y se desplazó a Tombuctú, acompañado de varios ministros, para conocer personalmente el alcance de la tragedia.

Construida en 1325

La mezquita Djinguereber fue construida en 1325 por el arquitecto granadino Ishaq es Saheli. Está principalmente hecha de adobe y madera, como prácticamente todo el centro de la mítica ciudad del norte de Mali, cuna de múltiples culturas árabes y subsaharianas, y que alberga en la actualidad cerca de 35.000 habitantes.

 

Desde España, Exteriores trasladó sus condolencias y solidaridad al Gobierno de Mali. Ante este accidente, el Ministerio quiso hacer llegar sus condolencias y solidaridad al Ejecutivo y al pueblo maliense.

 

"El Gobierno y el pueblo de España acompañan a las víctimas y sus familias, en su sentimiento de dolor, al tiempo que hacen votos por la pronta recuperación de los heridos", señalaba el comunicado remitido a los medios.

 

La zona de Tombuctú ha vivido durante años los ataques de rebeldes tuareg así como de Al Qaeda en el Magreb Islámico. El grupo terrorista liberó el martes a un ciudadano francés retenido en Mali desde noviembre, pero mantiene secuestrados a los tres cooperantes españoles.

"Espera desesperada"

La oenegé Barcelona Acció Solidaria continúa una "espera desesperada" ante las informaciones que apuntan a una inminente liberación de los tres cooperantes secuestrados en noviembre en Mauritania.

 

El portavoz de la organización, Josep Ramón Giménez, explicó ayer que están "expectantes" ante cualquier novedad, y apuntó que la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez, no se ha puesto en contacto con ellos desde que el lunes les emplazara a estar "tranquilos". Los cooperantes catalanes son Alicia Gámez, Roque Pasqual y Albert Vilalta.