Tres soldados de Estados Unidos fallecieron a consecuencia de la explosión de una bomba horas después de que un atentado suicida provocara la muerte de más de diez civiles y dos policías afganos, ambos ataques ocurridos en el sur de Afganistán, según informaron las autoridades.

En menos de 24 horas han muerto cinco militares norteamericanos en esta zona del país. Los tres últimos fallecieron cuando una bomba de fabricación casera explotó en el distrito de Tarnak va Jaldak, en la provincia de Zabul, fronteriza con Kandahar, donde fallecieron otros dos soldados el jueves, según informó la OTAN. 

Diez civiles y dos policías murieron y otras 20 personas resultaron heridas por un atentado suicida perpetrado en un mercado de la provincia de Nimroz, también en el sur de Afganistán, explicó el gobernador de la región, Ghulam Dastegir-Azad.

El balance de víctimas por esta explosión podría aumentar debido a que muchas personas están atrapadas en los escombros de cuatro tiendas que quedaron totalmente destruidas.

Los talibán se atribuyeron la autoría del ataque y aseguraron que ocho policías murieron, incluidos dos comandantes, aunque este grupo insurgente suele exagerar las cifras de muertos de las fuerzas de seguridad en sus atentados.