IRAQ

Agentes de Blackwater se declaran no culpables de la matanza de 14 civiles en Iraq

Cinco agentes de la empresa de seguridad privada se enfrentan a 14 cargos de homicidio, 20 de intento de homicidio, uno de usar y disparar un arma de fuego en un delito de violencia y otro de ayudar e inducir a un delito.

Los cinco agentes de la empresa de seguridad privada Blackwater acusados del homicidio de 14 civiles iraquíes que murieron en la matanza ocurrida en 2007 en Bagdad, se declararon no culpables ante un juez federal de EE.UU.


En una vista celebrada en la Corte Federal del Distrito de Columbia, los abogados de Paul Alvin Slough, Nicholas Abram Slatten, Evan Shawn Liberty, Dustin Laurent Heard y Donald Wayne Ball, transmitieron al juez Ricardo Urbina la decisión de sus clientes.


La audiencia, en la que el magistrado leyó a los acusados los cargos que afrontan los agentes -14 de homicidio, 20 de intento de homicidio, uno de usar y disparar un arma de fuego en un delito de violencia y otro de ayudar e inducir a un delito- despertó el interés de la prensa, que llenó por completo la sala de la corte.


La vista, que duró poco más de una hora, estuvo centrada en buena parte en fijar fechas para próximas audiencias.


El próximo 17 de febrero, Urbina analizará con la defensa y la Fiscalía, encabezada por Kenneth C. Kohl, el mismo que procesó al guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Ricardo Palmera, alias "Simón Trinidad", una moción en la que los acusados cuestionan si EE.UU. tiene la jurisdicción sobre su caso.


Un gran debate desató la fecha del inicio del juicio contra los cinco agentes de Blackwater, ya que la Fiscalía propuso este otoño como posibilidad, mientras que la defensa sostuvo que, dada la complejidad del caso, sería mejor comenzarlo a principios de 2010.


El argumento de la defensa irritó a Urbina, que subrayó que lleva 20 años en su profesión y conoce todas las estrategias de los abogados, por lo que "no permitiré que la defensa manipule mi agenda por razones tácticas", dijo.


"Mi interés es llevar cuanto antes este caso a juicio", resaltó.


Pese a resaltar su interés por llevar a los agentes pronto a juicio, Kohl señaló que presentará una moción conjunta con la defensa para solicitar al magistrado que excluya tiempo de la fecha para iniciar un juicio rápido.

Inusual y complejo


En su opinión, el caso de Blackwater es "inusual y complejo" que se ha producido en el extranjero y cuya investigación requerirá "algún" tiempo, tanto para la Fiscalía como para la defensa, una alegación que Urbina admitió como válida.


La ley estadounidense establece que cada acusado tiene el derecho de ir a un juicio rápido en los 70 días siguientes a su detención.


El juez Urbina fijó finalmente para el 14 de enero de 2010 el inicio de la vista preliminar y para el 29 la selección del jurado.


Los acusados, que tienen entre 24 y 29 años, fueron puestos en libertad bajo la condición de que no se pongan en contacto con otros miembros del equipo táctico de apoyo de Blackwater presentes en el incidente mortal que tuvo lugar en septiembre de 2007 en Bagdad.


Un sexto agente de seguridad involucrado en la matanza, Jeremy Ridgeway, de 35 años, se declaró el mes pasado culpable de los cargos de homicidio e intento de homicidio en el marco de un acuerdo con la Fiscalía y está colaborando con el Departamento de Justicia.


Actualmente, el acuerdo y la transcripción de la vista en la que se declaró culpable se encuentran bajo secreto de sumario, pero, ante la petición de la defensa, el juez Urbina ordenó que se publicara en un plazo de 90 días.


Los hechos se remontan al 16 de septiembre de 2007, cuando un grupo de agentes de Blackwater disparó contra los civiles que se encontraban en la plaza bagdadí de Al Nasur, causando 17 muertos y 20 heridos.


Una investigación del Gobierno iraquí concluyó que los agentes abrieron fuego contra la multitud sin motivo ni provocación.


Una investigación militar estadounidense señaló que los agentes de seguridad fueron los únicos que abrieron fuego en ese tiroteo, en tanto que Blackwater dijo que su personal actuó en defensa propia.


Este incidente sacó a la luz publica el papel de las empresas de seguridad subcontratadas por el Departamento de Estado, y puso en tela de juicio la presunta inmunidad con que operaban en Iraq.