Así devoró el fuego la antigua Bolsa de Copenhague: "Es nuestra Notre Dame"

Las llamas arrasaron medio edificio del siglo XVII e inmerso en una reforma y carbonizaron su icónica aguja, pero no hubo víctimas.

Incendio en la antigua bolsa de Copenhague
Incendio en la antigua bolsa de Copenhague
Mads Claus Rasmussen

El fuego siempre había respetado al edificio de la Bolsa de Copenhague. Ni las dos veces que en el siglo XVII ardió la ciudad, ni en las tres ocasiones en que se quemó el vecino palacio de Christiansborg las llamas llegaron a la construcción que durante décadas funcionó como centro financiero de Dinamarca. Pero este martes cambió su historia. Un incendio devoró buena parte de la histórica construcción, rematada en 1640 e inmersa en una profunda rehabilitación, y carbonizó uno sus símbolos, el chapitel con la forma de las colas de cuatro dragones entrelazadas que se levantaba a más de 50 metros del suelo. "Es nuestra Notre Dame", comparaban autoridades y vecinos, aún en 'shock', con el destino que -el 15 de abril de 2019, justo cinco años y un día antes- corrió la catedral parisina y su icónica aguja.

EFE

El edificio del Borsen, como se conoce a la construcción que ahora acogía la sede de la Cámara de Comercio, es otro atractivo turístico. Pero desde hacía meses no recibía visitas, solo a los operarios que trabajaban en su reforma con 2029 como fecha para su reapertura. Este martes comenzaron su turno sobre las 6.30 y una hora después, a las 7.36, la Policía recibió el aviso de que se había desatado un incendio en el histórico inmueble, en pleno centro de Copenhague.

"Había fuego en el tejado. Tomé una foto y grité: ¡Nos vamos abajo! También había algunos canteros que gritaban:_¡Tenemos que bajar, tenemos que salir!", explicaba Ole Hansen, un albañil de 60 años que estaba en la séptima planta de la antigua Bolsa, a la revista Fagbladet 3F.

Piezas de gran valor

En la construcción había una decena de obreros -evacuados sin sufrir daños- y se sospecha que la chispa saltó precisamente en la zona donde se desarrollaba la reforma, aunque los expertos temían este martes que no pudieran acceder a la 'zona cero' del incendio para avanzar en la investigación hasta pasados varios días. Los trabajos de rehabilitación, con andamios y enormes lonas alrededor del edificio, no ayudaron a sofocar el fuego, que al cierre de esta edición no se daba por controlado pese al despliegue "masivo" de recursos. Hasta el lugar llegaron nueve camiones de bomberos, cuarenta soldados, noventa miembros de la Guardia Real y veinticinco empleados del Museo Nacional para salvar piezas de gran valor. Del Borsen salieron espejos, lámparas de araña, varios relojes o un cuadro de Kroyer.

"Pase lo que pase reconstruiremos el edificio", prometía Brian Mikkelsen, director de la Cámara de Comercio, consciente de que el inmueble había quedado muy tocado en sus estructuras de madera y con parte de su techo de cobre arrancado para facilitar la extinción. En algunas áreas, indicaron los servicios de emergencias, las llamas habían arrasado "desde el sótano hasta el ático". "Nos duele a todos", dijo la primera ministra, Mette Frederiksen. También la familia real, que debía celebrar el cumpleaños de la reina Margarita, el primero desde su abdicación, lamentó la tragedia: "Una parte importante de nuestro patrimonio cultural y arquitectónico está en llamas".

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