El carguero 'Rubymar', alcanzado por los hutíes en febrero, termina de hundirse en el mar Rojo
El Gobierno de Yemen alerta de que va a causar una "catástrofe medioambiental" en las aguas de la zona.
El carguero 'Rubymar' que resultó alcanzado por un ataque con cohetes de la insurgencia hutí el mes pasado ha terminado de hundirse en las aguas del mar Rojo, cerca de la costa de Yemen, según ha confirmado el Gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional.
La Célula de Crisis del Gobierno "expresa su pesar por el hundimiento del barco" y avisa de que va a causar una "catástrofe medioambiental" en las aguas de la zona, según el comunicado recogido este sábado por la agencia oficial de noticias Saba.
"El barco quedó abandonado a su suerte y la insurgencia no respondió a las peticiones del Gobierno para impedir este desastre", añade el organismo gubernamental sobre el estado del granelero, con bandera de Belice y propiedad del Reino Unido, y que transportaba más de 41.000 toneladas de fertilizante en el momento del ataque, ocurrido el 18 de febrero.
Este mismo sábado el Organismo de Operaciones Comerciales Marítimas de Reino Unido (UKMTO, por sus siglas en inglés) ha informado de la evacuación de una embarcación atacada el 19 de febrero, fecha que coincide con la del 'Rubymar', y de que se encuentra semihundida por la popa en el mar Rojo.
"La tripulación ha sido evacuada por las autoridades militares. El buque ha quedado anclado en la posición 13-21,19N 042-57,64E y se encuentra hundido por la popa. La proa permanece por encima de la línea de flotación", ha indicado. "Se recomienda a los buques transitar con precaución e informar de cualquier actividad sospechosa a la UKMTO", ha concluido el organismo británico.
Los hutíes, respaldados por Irán y que controlan la capital yemení, Saná, y otras zonas del norte y el oeste del país desde 2015, han lanzado varios ataques contra territorio de Israel y contra buques con algún tipo de conexión con Israel a raíz de la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza, lanzada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Asimismo, han amenazado con atacar los buques estadounidenses y británicos que se encuentran en la zona en respuesta a los bombardeos de las últimas semanas contra Yemen, que, según Washington y Londres, buscan impedir las operaciones de los rebeldes y garantizar la libertad de navegación en la región.
