El Ejército israelí siguió atacando Gaza hoy y aseguró que mató a un miembro de Hamás encargado de interrogar a palestinos a los que se acusaba de espiar contra la organización.

"Un avión de las fuerzas israelíes eliminó a Bilal Nofal", dijo un portavoz militar, al que consideró "responsable de interrogar a sospechosos de realizar actividades de espionaje" contra el propio grupo islamista en el sur de la Franja.

Según remarcó, Nofal "jugó un papel en el avance de los procesos de investigación y desarrollo de Hamás", y "su eliminación impacta significativamente la capacidad de la organización terrorista para desarrollar y mejorar sus capacidades".

A su vez, las tropas aseguraron que tras una fuerte ráfaga de unos cincuenta cohetes lanzados ayer por milicias palestinas hacia la localidad israelí de Netivot -cercana a Gaza-, los soldados "localizaron el complejo" desde donde se produjeron los disparos.

"Las tropas encontraron tres lanzadores", parte de ellos "cargados con cohetes", y "destruyeron el recinto" y el armamento.

Asimismo, el Ejército siguió avanzando en el área de la ciudad de Jan Yunis, donde se concentran gran parte de los combates. Según aseguró, un helicóptero israelí mató a tres milicianos después de que las tropas les identificaran escapando de un edificio y lanzando granadas de mortero.

Por otro lado, en el área de Sheikh Ijlin en el centro de Gaza, aviones de combate "mataron a dos terroristas" tras ser detectados por los soldados, que también "localizaron gran cantidad de armas en la zona".

A su vez, más allá de los ataques por vía terrestre y aérea, las fuerzas navales israelíes también atacaron anoche "varios objetivos terroristas de Hamás como parte de su asistencia a la tropas terrestres" sobre Gaza.

La guerra en Gaza dura ya 103 días, desde el ataque de Hamás que el 7 de octubre hizo estallar el conflicto y acabó con la vida de unas 1.200 personas en Israel.

Desde entonces, los muertos por los bombardeos y ataques israelíes sobre la Franja rozan los 24.300 confirmados, y se estima que unas 8.000 personas desaparecidas están muertas bajo escombros de edificios destruidos, en un paraje de devastación sin precedentes que ha derivado en una extensa crisis humanitaria, mientras no hay vías para el fin inmediato del conflicto.

El Ejército israelí anunció que ha pasado a una nueva fase de menor intensidad en la guerra, mientras reduce las tropas sobre terreno tras declarar que desmanteló casi por completo la estructura militar de Hamás en el norte, como parte de su objetivo de erradicar totalmente al grupo islamista de la Franja.