Subdirectora de Desarrollo Digital

La insoportable levedad de la política

El abrazo entre Zelenski y Milei, en la investidura del presidente argentino.
El abrazo entre Zelenski y Milei, en la investidura del presidente argentino.
Efe/Juan Ignacio Roncoroni

Hace apenas un año, una foto con Zelenski era un tesoro codiciado por los líderes mundiales, que viajaban a Kiev con cara de susto y desafiando el peligro. En la mesa de la ruleta internacional cotizaba al alza la puja más alta de ayuda a Ucrania. Pero hoy Ucrania es un valor a la baja en la atención política y mediática. Vivimos tiempos de urgencia y atropello, en los que a todos nos cuenta mantener la atención mucho tiempo en el mismo foco. Y ahora hay más sangre en Gaza.

Zelenski se encuentra inmerso en una delirante gira en la que igual abraza al argentino Milei como si fueran hermanos de armas que extiende la mano para pedir ayuda ante Estados Unidos y la UE. Pero en EE. UU., Donald Trump gana terreno a once meses de las elecciones y los republicanos han cerrado el grifo de las ayudas para Ucrania. Incluso el británico Sunak, heredero inquebrantable del apoyo que Boris Johnson brindó a Zelenski, comienza a ponerse de perfil. Bastante tiene con su cruzada con la inmigración en Reino Unido.

La UE consiguió que Hungría levantara el veto a la adhesión de Ucrania, que tardará años. Pero Orbán no dio el brazo a torcer, se guardaba un as en la manga y echó el cerrojazo a la ayuda de 50.000 millones prevista para Kiev.

Así las cosas, Zelenski se enfrenta a un duro y frío invierno, sin dinero, con un armamento menguante, cuestionado dentro de su país y con Putin sacando pecho porque sabe que la política es un amante voluble e infiel.

En fin, que hoy Zelenski se fotografía con cualquiera.

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