Arranca en Argentina la era libertaria de Javier Milei
El presidente de Argentina es investido en presencia de Felipe VI y el líder ucraniano Zelenski, pero sin el brasileño Da Silva.
El día más esperado ha llegado para el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei. La era libertaria arranca con su investidura en la Asamblea Legislativa. Pocas palabras ante los políticos y un discurso en la plaza abierta al público en Buenos Aires al estilo de los mandatarios en Washington, dejará claro que las aspiraciones de Milei salen de las fronteras latinoamericanas hacia EE UU, Israel y Europa. El "mundo libre" del radical se desmarca de "los autócratas y los comunistas" para llegar "al plano internacional", según aseguró.
La separación de los gobiernos de izquierda puede provocar la pérdida de los actuales grandes aliados de la nación. El jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, no acudirán a la jura pero sí enviarán a sus diplomáticos.
Los que sí han confirmado su asistencia al acto han sido mandatarios europeos, el rey Felipe VI; el jefe de Estado de Ucrania, Volodímir Zelenski; el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el dirigente del partido español Vox Santiago Abascal. De sus vecinos latinoamericanos estarán los presidentes de Ecuador, Daniel Noboa; de Chile, Gabriel Boric; de El Salvador, Nayib Bukele; de Honduras, Xiomara Castro; de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Santiago Peña.
El neoliberal argentino llega mañana a la Casa Rosada al estilo que más admira: el estadounidense. Alineado a la política de Donald Trump, Milei irrumpirá en el Congreso con una batería de reformas -como lo hizo el magnate norteamericano- en la que ha trabajado a contrarreloj. Después de haber derrotado al peronismo el pasado 19 de noviembre, el radical gobernará con una minoría en el Parlamento y algunos sectores enraizados en el kirchnerismo.
Apremiado por el calendario, el próximo mandatario preparaba una ley ómnibus que planea presentar mañana. Milei ha anunciado que convocará sesiones extraordinarias al Congreso. "El día 11 se presentará un gran paquete de leyes con todas las reformas del Estado. No vamos a esperar a marzo a que tengan lugar las ordinarias porque estas medidas son urgentes", apremió. Sin embargo, el líder argentino deberá congraciarse con los parlamentarios de la oposición para impulsar sus cambios. Para sacar sus regulaciones adelante se requiere de una mayoría de 165 congresistas y el bloque de Milei (La Libertad Avanza) tiene solo 45.
El nuevo dirigente ha basado su discurso en una "guerra" contra los políticos tradicionales, que él llama "la casta". Días después de su victoria, paradójicamente, selló su alianza con la derecha liderada por el expresidente Mauricio Macri. La antigua rival a la presidencia Patricia Bullrich regresa al Ministerio de Seguridad -que ya lideró durante el mandato de Macri (2007-15)- y el que fuese su binomio en la campaña, el exaspirante a vicepresidente Luis Petri, será titular de Defensa.
"No hay dinero"
"No hay dinero". Milei ha cumplido la promesa que hizo, empuñando una motosierra, de aplicar recortes públicos "sin precedentes". Su equipo de Gobierno ha quedado reducido a menos de la mitad que el anterior. De 18 ministerios sólo han sobrevivido ocho. El Ejecutivo argentino prescindirá de la Secretaría de Comercio y de la cartera de la Mujer. Oficinas como la de Trabajo y la de Salud serán absorbidas por la de Capital Humano. Todas ellas quedarán a cargo de políticos ya conocidos en el país.
Luis Caputo, exministro de Finanzas durante el mandato de Macri, será el titular de Economía. Se enfrenta al reto de acabar con la mayor inflación registrada en la historia del país. Un día después de su triunfo, Milei confirmó que el cierre del Banco Central seguía en su agenda. "No es negociable", dijo entonces. Pero el libertario ha asignado ya el cargo de presidente del organismo encargado de la política monetaria a su socio Santiago Bausilli.
Este no ha sido el único revés sobre lo prometido en su propia campaña electoral. También había asegurado la dolarización casi "inmediata"; ahora el cambio será más atenuado y se prevé que tardará al menos dos años. Milei arranca su mayor desafío desde que llegó hace dos años a la política, que puede convertirlo en un mal imitador de Trump o en una leyenda latinoamericana.
