Israel antepone la campaña militar al intercambio de rehenes cautivos en Gaza

El gabinete de guerra apela al uso máximo de la fuerza como fórmula para doblegar a Hamás y obligarle a liberar a secuestrados.

SDEROT, Oct. 10, 2023 -- This photo taken on Oct. 9, 2023 shows an Israeli tank at the Israel-Gaza border... (Foto de ARCHIVO)..09/10/2023 [[[EP]]]
SDEROT, Oct. 10, 2023 -- This photo taken on Oct. 9, 2023 shows an Israeli tank at the Israel-Gaza border... (Foto de ARCHIVO)..09/10/2023 [[[EP]]]
Europa Press/Contacto/Ilan Assayag/JINI

Las armas hablan, la negociación para la liberación de más rehenes se ha detenido y las familias de los cautivos en manos de Hamás se sienten abandonadas por su Gobierno. Israel extiende sus operaciones a toda Gaza y cada vez más zonas reciben la orden de evacuación. Yan Yunis es ahora el gran objetivo y las tropas rodean esta ciudad del sur sometida a durísimos bombardeos. Tras la tregua de una semana, marcada por los intercambios diarios de rehenes y presos palestinos, la Franja sufre una guerra total que será "larga y dura" con el objetivo final de "eliminar a Hamás", como repite el primer ministo hebreo, Benjamín Netanyahu, desde el 7 de octubre, fecha de la masacre de los islamistas en los kibutz próximos a la verja de separación.

Fuentes próximas a la estrategia israelí consultadas por el periódico 'Finantial Times' revelaron que los militares "planean una campaña que se extenderá durante un año o más, y la fase más intensiva de la ofensiva terrestre continuará hasta principios de 2024". Estos medios confesaron que después de sesenta días de guerra "no estamos ni cerca de la mitad del camino para lograr nuestros objetivos".

La decisión de volver a las armas sin terminar el canje de rehenes -el ejército hebreo calcula que quedan unos 137 en Gaza- por presos palestinos ha provocado el malestar de las familias de los cautivos, que exigen un encuentro urgente con el primer ministro y el gabinete de guerra para conocer sus planes para traer a sus seres queridos de regreso. Tras una semana de pausa e intercambios, Israel vuelve a apelar a la fuerza como medio para presionar a Hamás y llegar a los secuestrados, aunque las fuentes militares consultadas por 'Finantial Times' no citan a las personas aún retenidas por los terroristas como prioritarias en este momento de la campaña.

Los objetivos incluyen matar a los tres principales líderes de Hamás -Yahya Sinwar, Mohamed Deif y Marwan Issa- y al mismo tiempo asegurar una victoria militar "decisiva" contra los 24 batallones y la red de túneles subterráneos del grupo y destruir su "capacidad de gobierno en Gaza", en palabras de las fuentes consultadas por 'Finantial Times'.

Los allegados de los cautivos llamaron a Netanyahu a "volver a la mesa de negociaciones porque usted nos prometió que a cualquier precio devolvería a nuestros rehenes". El exfutbolista Daniel Lifshitz, nieto de Yocheved Lifshitz, una de las liberadas durante el alto el fuego por los terroristas, lamentó que el gabinete de guerra "tiene tiempo para todo menos para las familias. El desconocimiento, la indiferencia y la falta de atención hacia nosotros son una vergüenza". El ministro de Defensa, Yoav Gallant, visitó un día más el frente y mencionó la liberación de los secuestrados como uno de los objetivos, pero citó primero "la eliminación de Hamás".

Juicio contra Netanyahu

El primer ministro es el centro de las críticas y en medio de la guerra debe hacer frente además al juicio al que se enfrenta por corrupción. Después de dos meses de receso a causa de la guerra, el proceso se reanudó y la defensa planteó la opción de reducir el ritmo a dos sesiones por semana, mientras que los jueces sugieren que sean cuatro. Netanyahu está siendo juzgado por delitos de soborno, fraude y abuso de autoridad y no quiere seguir los pasos de Ehud Olmert, ex primer ministro de su mismo partido que fue procesado y declarado culpable por corrupción, lo que le supuso pasar 16 meses en prisión.

El líder de la oposición, Yair Lapid, se sumó a las voces críticas y declaró que ha llegado el momento para que "aquel bajo cuyo mandato ocurrió la mayor calamidad en la historia de Israel nos deje en paz (...) aquellos que fracasan de esta manera no pueden continuar". Este mensaje llegó un mes después del llamamiento de Lapid para establecer "un Gobierno de reconstrucción nacional. El Likud lo liderará, Netanyahu y los extremistas serán reemplazados y más de noventa miembros de la Knesset -el Parlamento- serán socios en la coalición para la curación y la unidad".

Catástrofe humanitaria

Desde la esfera internacional fue Recep Tayyip Erdogan quien arremetió contra Netanyahu, a quien calificó como el "carnicero de Gaza" y de quien dijo que "debería ser juzgado por crímenes de guerra" durante la apertura de la reunión de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en Estambul. En opinión del presidente turco, "Israel no es sólo un asesino sino también un ladrón, no podemos permitir que ocupe la Franja una vez más", dijo en el día en que el Ministerio de Salud palestino calculó que 15.899 personas han perdido la vida en la Franja desde el inicio del conflicto.

Las luchas internas de poder en Israel se suceden mientras la campaña de su ejército ya ha obligado a desplazarse a 1,9 millones de personas dentro de Gaza. La ONU reveló que más del 80% de la población ha tenido que abandonar su casa y que "1,2 millones viven en 156 escuelas de la UNRWA", la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo. Un hacinamiento sin precedentes.

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