"Los vientos de cambio han llegado". Así celebra la ultraderecha europea el triunfo del miércoles del Partido por la Libertad (PVV) en Países Bajos. Tras la sorpresiva victoria de Geert Wilders, que se sitúa como primer candidato para formar Gobierno en Países Bajos, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, hizo referencia a la canción de la banda alemana de rock Scorpions 'Winds of Change' ('Vientos de cambio') para felicitar al neerlandés.

Mientras en el seno de Ámsterdam aún se digiere que el islamófobo y euroescéptico se puede convertir en su nuevo mandatario, la ola derechista ya vitoreaba a Wilders. Desde Francia hasta Italia y pasando por España, el apoyo se ha hecho sentir. "Debido a que hay personas que se niegan a ver apagada la antorcha nacional, la esperanza de cambio sigue viva", escribió la líder de la oposición gala Marine Le Pen en X. El ministro de Infraestructura y Transporte italiano, Matteo Salvini, también se sumó a los halagos. Compartió una fotografía junto al "aliado histórico de la Liga", y lo felicitó por "esta extraordinaria conquista electoral".

"Cada vez más europeos exigen en la calle y en las urnas que se defiendan sus países, sus fronteras y sus derechos", dijo el presidente de Vox, Santiago Abascal. Aunque con los nervios de punta, Bruselas coincide. Y es que uno tras otro, los ejecutivos del continente se vuelcan a la extrema derecha, lo que pone a temblar al club comunitario, que se ha mostrado cauto frente al éxito del populista.

El portavoz de la Comisión, Eric Mamer, dijo que Países Bajos es "miembro fundador de la Unión Europea (UE) y seguimos contando con su plena participación" en el bloque. Lo contrario pasó con Polonia -cuando el oficialista Donald Tusk proclamó su reciente victoria-, incluso con Argentina -donde se impuso el ultralibertario Javier Milei-. Entonces el club comunitario felicitó a los ganadores de las elecciones, pero en esta ocasión los jefes de Gobierno del continente han optado por el silencio. Ningún otro socio -a excepción de Budapest- ha hecho eco de su reacción.

Cambios en la UE

En junio, la UE se enfrentará a grandes cambios de cara al futuro. Decidirá sobre la adhesión de Ucrania, la reforma migratoria y la revisión de sus presupuestos. Tres pilares revolucionarios de los que el líder del PVV neerlandés ya se ha desmarcado. Planea abandonar a los Veintisiete, rehúsa la llegada de indocumentados a su país y planea poner fin a su ayuda militar a Kiev. Según los analistas, la tendencia política derechista también recae en esos famosos tres factores.

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Por primera vez en 50 años, la mayoría parlamentaria de la UE estaría en riesgo, vaticinan los expertos. Con los ojos puestos desde ya en las elecciones europeas de 2024, "la comisión está en peligro de muerte interna y externa. Putin está ganado su apuesta", afirmó este jueves el eurodiputado socialdemocrata Raphael Glucksmann en la televisión francesa. Se teme que los conservadores reacios a aumentar el apoyo al país invadido por Rusia gane aliados, los que también se sumarían a la lista de socios que quieren prohibir el reparto equitativo de migrantes que se aprobó en el Parlamento europeo hace unos meses.

En ese sentido, Le Pen subrayó que ésto "demuestra que cada vez más miembros del club comunitario cuestionan su funcionamiento". La ultraderecha francesa, al igual que la neerlandesa, rechaza la inmigración. "Los estados desean controlar la entrada de los sin papeles que muchos consideran masiva y anárquica", juzgó este jueves Le Pen en la emisora France Inter.

"¡Partidos como el nuestro están surgiendo por toda Europa! En todas partes vemos soplar el mismo viento de derecha", señaló Tom Van Grieken, líder del partido flamenco de extrema derecha Vlaams Belang en Bélgica. El político festejaba este jueves en X la "gran fiesta" que "deberían" estar viviendo en su vecino septentrional.