Un ministro israelí ve como una "posibilidad" lanzar una bomba atómica sobre Gaza

Amichai Eliyahu, miembro del ala más ultra del Gobierno, considera un "regalo para los ojos" presenciar cómo "vuela la Franja".

Amichai Eliyahu
Amichai Eliyahu
Vocento

La guerra está en casa de Benjamín Netanyahu. Al menos, la verbal. El primer ministro de Israel ha debido salir al paso este domingo de las declaraciones de su titular de Patrimonio, Amichai Eliyahu, quien ha manifestado que Tel Aviv debería barajar el lanzamiento de una bomba atómica sobre Gaza. La reacción ha sido inmediata.

Sus palabras han caído como una explosión termonuclear en una comunidad internacional cada vez más sobrecogida por la muerte de civiles en los ataques aéreos sobre Gaza y en un país donde cientos de personas se manifiestan ante la casa de Netanyahu exigiendo su dimisión por los fallos de seguridad que facilitaron la masacre de Hamás el pasado 7 de octubre. Los críticos arremeten contra el gobernante por haber construido un gabinete de circunstancias para continuar en el poder con una amalgama de ministros radicales como Eliyahu, en el que predominan más los personalismos que una política de seguridad realista. La frase del jefe de Patrimonio ha abierto una vez más el debate sobre el extremismo del Ejecutivo.

La polémica ha saltado durante una entrevista en Radio Kol Berama, en la que los presentadores han preguntado a Eliyahu si sería partidario de una solución radical como un proyectil nuclear para resolver la guerra contra Hamás. "Esta es una de las posibilidades", ha respondido seriamente el ministro de Patrimonio, que ha cuestionado si los objetivos actuales de la ofensiva israelí son suficientes. "No hay lugar para la Franja de Gaza. No debería existir el norte de la Franja", ha afirmado, convencido de que "cualquiera que levante la bandera de Hamás no debería seguir viviendo en la tierra".

Interpelado ante la evidencia de que en manos de los milicianos se encuentran 240 rehenes, Eliyahu ha dejado patente el desprecio por su suerte al precisar que "rezo y espero su regreso, pero en la guerra hay que pagar un precio. ¿Por qué las vidas de los secuestrados, cuya liberación realmente deseo, son más importantes que las vidas de los soldados y las personas que serán asesinadas más tarde?".

El político israelí, perteneciente al ala de extrema derecha del Ejecutivo y conocido por sus comentarios incendiarios, muestra además su rechazo a dejar entrar la ayuda humanitaria -"no se la hubiéramos dado a los nazis"- e incluso considera que dentro de Gaza no existen los inocentes: "No hay civiles no involucrados". En este sentido, se muestra a favor de la expulsión de los palestinos -"pueden ir a Irlanda o a los desiertos, los monstruos de Gaza deberían encontrar una solución por sí mismos"- y ocupar la Franja con nuevos asentamientos de colonos. "Aspiro a que después de la guerra volvamos al establecimiento de asentamientos y vayamos allí con orgullo".

"Alejado de la realidad"

Apenas tardó unos minutos el Gobierno israelí en reaccionar ante su compañero por boca del propio Netanyahu, quien afirmó que en ningún momento Tel Aviv ha explorado la opción nuclear. "Las palabras de Amichai Eliyahu están alejadas de la realidad", señaló el jefe del Ejecutivo antes de anunciar que el ministro de Patrimonio ha sido suspendido indefinidamente de las reuniones del gabinete, aunque continuará en su cargo. Al menos, de momento,

Tampoco Netanyahu tiene otra opción sin que peligre su puesto.

El primer ministro regresó al poder el pasado diciembre gracias a una alianza de su partido, el Likud, con dos partidos ultraortodoxos y tres religiosos de extrema derecha. Sin ellos, perdería la mayoría del Parlamento. Poder Judío, Sionismo Religioso y Noam, sus tres principales compañeros de viaje, abogan por deportar a quienes no juren lealtad a Israel y se declaran racistas antiárabes y homófobos. Eliyahu pertenece al primero de ellos. Su lider es Itamar Ben-Gvir, quien se ha hecho popular entre la derecha ultra con su frase "hemos de acribillar a los árabes" de Jerusalén.

Comentario "horrible y demencial"

La oposición considera que la aparente sanción impuesta por Netanyahu no es más que una cortina de humo. Incluso los ministros de la ultraderecha han señalado que carece de lógica puesto que el gabinete apenas se reúne y las votaciones se realizan mayormente por votación telefónica, rondas de las que Eliyahu no ha sido apartado.

"Ha sido un comentario horrible y demencial de un ministro irresponsable. Ofende a las familias de los cautivos, ofende a la sociedad israelí y daña nuestra posición internacional", ha denunciado el líder opositor Yair Lapid, que ha exigido el despido del ministro. "La presencia de extremistas en el Gobierno nos pone en peligro a nosotros y al éxito de los objetivos de la guerra: derrotar a Hamás y devolver a los rehenes".

Lo que parece claro es que al jefe del Ejecutivo se le acumula un rosario de manifestaciones extravagantes y extemporáneas por parte de sus ministros supremacistas. Uno de ellos, perteneciente a Sionismo Religioso, ha solicitado que se les retire a los palestinos de Cisjordania las cosechas de aceituna que forman su sustento. Bezalel Smotrich, del mismo partido y ministro de Hacienda, vive en un asentamiento colonial ilegal, considera que el pueblo palestino es un "invento reciente" y nunca estrecha la mano a las mujeres. Se autodefine como "homófobo orgulloso".

Con ese retablo, para la sociedad israelí tampoco resulta tan raro que Amichai Eliyahu haga el tipo de comentarios proclive a la vía atómica. Algunos le consideran el Donald Trump israelí, incluso en una versión más 'hardcore'.

El dirigente de Poder Judío, que se ha defendido diciendo que su apuesta por lanzar una bomba nuclear sobre Gaza es solo "metafórica", ya se expresó el pasado jueves en las redes con el comentario de que "el norte de Gaza está más bonito que nunca", en un vídeo donde aparecía una excavadora militar allanando el paso a los soldados en la Franja. "Volar y aplastar todo. Es un regalo para los ojos", añadió este político de 44 años, que tan pronto exige la anexión de Cisjordania y califica la Franja como "Sodoma y Gomorra" como tilda de "salvaje" al gobernador del Banco de Israel por pronunciarse en contra de la controvertida reforma judicial de Netanyahu.

A cien o cien mil

Amichai Eliyahu ejerció de diputado antes de ser nombrado ministro el 29 de diciembre del año pasado. Desciende de una conocida familia ultranacionalista y religiosa. Nieto de Mordejai Eliyahu, ex rabino principal sefardí de Israel, e hijo de Shmuel Eliyahu, que obtuvo el título de gran rabino de Safed, al norte de Israel.

Igual que su hijo, Shmeuel Eliyahu formó parte de las Fuerzas de Defensa. Seguidor de Ben-Gvir y su ideario de extrema derecha, es muy crítico con las mujeres que ingresan en el ejército en unidades de combate, declarado homófobo y Estados Unidos le revocó el año pasado la visa para poder entrar en el país. En 2007 se declaró a favor de los bombardeos intensivos contra Hamás y declaró: "Si no se detienen después de que matemos a 100, entonces debemos matar a 1.000. Si no, debemos matar a 10.000. Si todavía no se detienen, debemos matar a 100.000". De tal palo, tal astilla.

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