Ucrania investiga si el uso del móvil desveló la ubicación de 20 soldados abatidos

El Ministerio de Defensa reconoce que un misil ruso acabó con la vida de los militares, que se habían reunido para una celebración, algo que tienen prohibido.

Un soldado ucraniano patrulla frente a un camión destruido por las bombas.
Un soldado ucraniano patrulla frente a un camión destruido por las bombas.
Esteban Biba/EFE

No es fácil mantenerse oculto en las guerras modernas. Desde el cielo, satélites y drones vigilan cualquier movimiento. Y sobre el suelo, los teléfonos móviles informan de la ubicación de sus propietarios. Por el uso de sus terminales, una docena de generales rusos acabaron abatidos en los dos primeros meses tras el inicio de la invasión a Ucrania. Fueron localizados por el móvil. Este pasado viernes, cerca de Zaporiyia, las bajas cayeron en el otro lado del frente. Un misil ruso terminó con la vida de 20 militares ucranianos de la 128 Brigada de Asalto de Montaña. Al parecer, se habían reunido para celebrar el Día de las Fuerzas de Artillería. Y en las guerras actuales están prohibidas la concentraciones, para evitar así las bajas masivas si hay un ataque enemigo, y también el uso de la telefonía, que coloca una diana digital sobre cada usuario de un móvil.

El Ministerio de Defensa de Ucrania ha abierto una investigación para esclarecer si hubo negligencia por parte de sus tropas. El diario ruso Pravda difundió la noticia de la muerte de al menos veinte soldados ucranianos, algo que luego confirmó el titular de Defensa de Ucrania, Rustem Umierov. En las imágenes tomadas en el lugar del bombardeo, se ve cómo son recuperados varios cadáveres bajo los escombros. Entre los fallecidos hay, al parecer, algunos oficiales.

La investigación trata ahora de saber cómo fue localizada esa reunión por el enemigo. Pudo haber sido por la información facilitada por algún colaborador pro ruso de la zona o por el uso de varios móviles en el mismo punto. Tanto el ejercito ucraniano como el ruso evitan las concentraciones de tropas. Pero en un conflicto ya tan prolongado no es fácil renunciar a todo tipo de celebración. Tampoco es sencillo apagar los dispositivos personales de comunicación.

El móvil utilizado como arma

El teléfono fue un gran aliado de Ucrania en el inicio del conflicto. Su red de telefonía es muy particular. Fue creada de la nada tras el hundimiento de la Unión Soviética. Cuando las tropas rusas comenzaron a utilizar sus móviles en las redes ucranianas fueron localizadas con facilidad. Por esa vía quedó desvelada la ubicación de varios generales rusos, que cayeron abatidos. Una investigación del New York Times desarrollada a finales de 2022 desveló que Estados Unidos había facilitado los datos sobre la ubicación de los mandos rusos.

Durante las fiestas navideñas que unieron ese año y el actual, las bombas ucranianas destruyeron un edificio de Makiivka, en Donetsk, donde había centenares de soldados rusos. Fallecieron, según las fuentes de información ucranianas, cerca de 400 militares. ¿Cómo supo la inteligencia de Ucrania dónde apuntar? Atinaron con las coordenadas por la gran cantidad de mensajes telefónicos que salieron desde ese lugar entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. Eran, claro, mensajes de felicitación. Resultaron una condena. Cuatro misiles HIMARS impactaron contra el edificio. Moscú se comprometió a "tomar medidas" para evitar "semejantes sucesos trágicos en el futuro".

La telefonía peleaba entonces en contra del ejército ruso. En otro suceso similar, un soldado subió a una red social fotografías del lugar donde estaba su base militar, situada en un colegio. En las imágenes se veía un cartel publicitario. Con ese hilo, los ucranianos localizaron el punto exacto donde estaba. De inmediato las bombas volaron hacia allí.

El pasado viernes, en cambio, fue Rusia la que pilló en fuera de juego a las tropas ucranianas. Kiev ha abierto una investigación. Los soldados cometieron un primer error: reunirse para una celebración. Y quizá cayeron en otro desliz mortal: utilizar los móviles. Al menos 20 militares lo pagaron con su vida en las inmediaciones de Zaporiyia. El teléfono también vale como arma.

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