Sigue la búsqueda del hombre que mató a 18 personas en Maine: "Escuchaba voces"

Las autoridades han pedido a la población que permanezca en sus casas con las puertas cerradas y abracen a sus seres queridos

A man identified as a suspect by police points what appears to be a semiautomatic rifle, in Lewiston, Maine, U.S., October 25, 2023. Androscoggin County Sheriff’s Office via Facebook/Handout via REUTERS THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. NO RESALES. NO ARCHIVES. MANDATORY CREDIT. THIS PICTURE WAS PROCESSED BY REUTERS TO ENHANCE QUALITY. AN UNPROCESSED VERSION HAS BEEN PROVIDED SEPARATELY.
"Las fuerzas del orden del condado de Androscoggin están investigando dos tiroteos activos. Estamos alentando a todas las empresas a cerrar mientras investigamos. El sospechoso sigue en libertad", ha publicado la Oficina del Sheriff en su cuenta de Facebook.
ANDROSCOGGIN COUNTY SHERIFF’S

Masacre en Lewiston, la segunda ciudad más poblada de Maine, el pequeño estado vecino de Massachusetts. Allí, a dos horas de Boston, un francotirador anda suelto sembrando las calles de muertos y heridos. Al menos 18 personas habrían perdido la vida en la peor masacre del año y la octava de la historia, que hasta anoche había dejado también 13 heridos, según las autoridades locales que decían estar todavía "en shock".

Según Gun Violence Archive, organización centinela de la violencia armada en Estados Unidos, se trata del tiroteo masivo número 565 en lo que va de año. Maine es un estado que permite tener y llevar armas sin permiso, lo que significa que no se necesita una licencia, y en general tiene pocas leyes que restrinjan el acceso a pistolas o rifles.

A las 8 de la noche las cámaras de seguridad de la bolera Just In Time Recreation mostraban a un hombre de piel blanca vestido de paisano que apuntaba con un rifle automático en la flamante bolera donde habría disparado indiscriminadamente. Mientras los aterrorizados clientes escapaban corriendo por puertas y ventanas, el pistolero se montó en el coche y pasó a la siguiente escena del crimen: Schemengees Bar and Grille, a 6,5 km de distancia. Entró calmadamente al establecimiento con el rifle en posición de tiro y abrió fuego. Entre ambas escenas dejó al menos 18 muertos, pero la cacería no había hecho más que comenzar.

Al menos 22 personas han muerto y entre 50 y 60 han resultado heridas en tres tiroteos en la ciudad de Lewiston, en el estado de Maine, que han sido cometidos por un mismo tirador. Las autoridades han compartido imágenes del tirador, que aparece sujetando un fusil táctico, y han pedido colaboración para ayudar a su identificación, que ya ha sido confirmada. Según el Departamento de Policía de Lewiston, el atacante sería Robert Card, de 40 años, al que considera "armado y peligroso". (Fuente: Lewiston Maine, Twitter, Lewiston Police)

La foto del presunto asesino, un hombre blanco de gesto ansioso, en posición de caza, flaco, alto, con barba y un fusil de asalto con mirilla, no invitó a los pocos minutos a presagiar nada bueno. Según las autoridades, se trata de Robert Card, militar en la reserva e instructor de tiro. Vestía una sudadera con capucha de color marrón y el rifle semiautomático que cargaba era de estilo militar, un arma también trágicamente familiar en la cotidianidad de Estados Unidos. Un informe de la Policía distribuido entre sus agentes advertía de que había estado internado en un centro de salud mental durante dos semanas el pasado verano. Al parecer, el sospechoso aseguró "escuchar voces" y recientemente amenazó con perpetrar un tiroteo en una instalación de la Guardia Nacional en Saco. Las autoridades intensifican la búsqueda del fugitivo y horas después de la matanza siguen sin dar con su paradero. ·Por favor, comuníquese si ve algo sospechoso, si algo no está bien". ha expresado el jefe de la Policía de la localidad vecina de Lisbon, Ryan McGee, en declaraciones a los medios. "Si miras hacia tu jardín y piensas que esa puerta no estaba abierta o que el remolque no estaba colocado de esa manera, si ves algo sospechoso, llámanos", ha añadido.

Por el momento, el asesino todavía andaba suelto sembrando el terror en las calles de esta pequeña ciudad de 40.000 habitantes, donde los colegios permanecerán cerrados para evitar que nadie salga de sus casas hasta que sea detenido. "Quedaros cerca de vuestros seres queridos y abrazadlos. Nuestras oraciones están con aquellos que esta noche hayan perdido a alguien", dijo en un comunicado Jake Langlais, superintendente de los colegios públicos de Lewinston al anunciar el cierre de todos los centros escolares. "Queda mucho por saberse en este momento", reconoció.

La Policía, apoyada por una división del FBI llegada de Boston, encontró el vehículo y lo rodeó, pero resultó estar vacío. Su hombre había escapado y seguía dejando muertos por las calles. Las mismas que las autoridades habían pedido que quedasen despejadas de tráfico para facilitar el paso de ambulancias y vehículos de emergencia que los trasladaban a un hospital también cerrado al público por temor a convertirse en el siguiente objetivo.

Salvados del tiroteo en Maine por unos segundos

"Honestamente, estoy en estado de shock", dijo a Associated Press la dueña de Legends Sports Bar and Grill, cuyo personal acertó a cerrar rápidamente las puertas y poner a salvo a los 25 clientes y empleados que se encontraban dentro cuando empezaron a oír los disparos en la bolera. La policía acabó rescatándolos de cuatro en cuatro para asegurarse de que el asesino no estaba entre ellos.

"Alentamos a todos los negocios a que cierren las puertas mientras investigamos lo que ocurre", dijo en un comunicado el sheriff del condado de Androscoggin

Cientos de agentes de policía buscan a Robert Card, la principal "persona de interés" identificada por las autoridades en los tiroteos que este miércoles se han cobrado la vida a cara descubierta de al menos una veintena de personas en la localidad de Lewiston (Maine), en EE UU.

El estado de Maine -donde el año pasado se produjeron 29 homicidios- es uno de los que tienen leyes de armas más laxas. A a su vez, la ciudad de Lewiston es la que más población somalí concentra en esta zona de Nueva Inglaterra, que ha recogido más inmigración africana. Nadie quería hacer especulaciones, solo dar caza al hombre que iba sembrando el pánico en esta noche de muertos.

A media tarde el sospechoso seguía huido, y las autoridades se temían que estuviera tratando de fugarse a Canadá, cuya frontera en el punto más cercano está a algo más de dos horas en coche desde Lewiston, una zona rural y escasamente poblada.

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