Joe Biden exculpa a Israel de la matanza del hospital de Gaza, pero le fuerza a permitir la entrada de ayuda

El respaldo firme de Estados Unidos permite a Netanyahu iniciar ya la nueva ofensiva militar terrestre contra la Franja

Benjamin Netanyahu recibe a Joe Bide al pie de la escalerilla del Air Force One tras aterrizar en Tel Aviv
Benjamin Netanyahu recibe a Joe Bide al pie de la escalerilla del Air Force One tras aterrizar en Tel Aviv
Avi Ohion / EFE

La visita relámpago este miércoles de Joe Biden a Israel volvió a demostrar el apoyo firme y sin fisuras de Estados Unidos al Estado judío en una guerra que ya puede pasar a una nueva fase tras esta demostración total de respaldo. El presidente norteamericano llegó tras la masacre del martes en un hospital de Gaza en la que cerca de quinientas personas perdieron la vida y abrazó la versión del Ejército hebreo, que apunta a un cohete fallido de Yihad Islámica.

Después, tras su encuentro con Benjamín Netanyahu en Tel Aviv, Biden anunció que la ayuda humanitaria comenzará a entrar en la Franja desde Egipto, prometió cien millones de dólares de apoyo a Gaza y Cisjordania. Finalmente cerró su visita con el adelanto de que pedirá al Congreso una ayuda «sin precedentes» para Israel.

Al tiempo que el famoso Air Force One tomaba tierra en Tel Aviv, los palestinos seguían rescatando pedazos de cuerpos en el aparcamiento del hospital Ahli Arab, propiedad de la iglesia anglicana, en el corazón de la Ciudad de Gaza. Las autoridades de la Franja acusaron a Israel de lanzar un misil el martes por la tarde contra este centro médico que, como el resto, estaba repleto de desplazados llegados de la zona norte en busca de un lugar seguro. El Ministerio de Salud dijo que murieron 471 personas y que más de 300 resultaron heridas a consecuencia de la explosión.

El Ejército reaccionó de manera inmediata a las acusaciones y compareció ante los medios con fotografías y mapas para demostrar que el impacto en el hospital fue obra de un misil lanzado por Yihad Islámica. Los militares difundieron también una conversación que presentaron como interceptada a milicianos de Hamás en la que reconocían el error y acusaron a los medios occidentales de aceptar «las mentiras» de Hamás.

Apertura de Rafah

Biden no tuvo dudas al respecto y dijo que el ataque contra el hospital "fue provocado por un cohete fuera de control lanzado por un grupo terrorista de Gaza". Los servicios de inteligencia estadounidenses aseguraron que sus primeras investigaciones también van en esa misma dirección.

Sin fisuras en este tema tan delicado, el presidente estadounidense confirmó que estaban "trabajando en estrecha cooperación con el Gobierno de Egipto, Naciones Unidas y sus agencias, como el Programa Mundial de Alimentos y otros socios en la región para que los camiones crucen la frontera lo antes posible". La vía de entrada seré el paso de Rafah, pero no se precisó la fecha concreta, aunque sí que cada uno de los vehículos será revisado de forma exhaustiva antes de su entrada.

A los pocos minutos, llegó la confirmación oficial del Gobierno israelí, que aseveró que "no obstaculizará los suministros procedentes de Egipto mientras se trate únicamente de alimentos, agua y medicinas para la población civil situada en el sur de la Franja de Gaza". En este mismo texto, los hebreos detallaron que no permitirán la entrada de ayuda desde su territorio "hasta que no se libere a los rehenes", más de 200 personas, entre ellas varias extranjeras, según Hamás.

El ataque al Hospital de Al Ahli, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, y que ha dejado al menos 500 muertos y cientos de heridos sigue siendo foco de atención por la gravedad del hecho y por que ni la Autoridad Nacional Palestina, ni Hamas ni Israel se han responsabilizado del mismo. (Fuente: Herzog/ Ejército Israel/X/Abbas Facebook/)
Europa Press

El mandatario norteamericano tampoco se olvidó de los secuestrados. Lamentó que no podía hablar públicamente sobre todos los detalles, pero que, como presidente, "no había mayor prioridad" que su regreso sano y salvo. De momento, el grupo islamista ha comunicado que estaría dispuesto a liberar a los extranjeros "cuando llegue el momento oportuno".

La llegada de ayuda es fundamental tras doce días de intensos bombardeos que dejan más de 3.000 muertos y un millón de desplazados. El bloqueo total impuesto por Israel ha dejado a la población sin agua y Martin Griffiths, jefe humanitario de la ONU, aseguró que ya estaba siendo racionada a un litro por persona y día en los centros de la organización para desplazados. Griffiths habló ante el Consejo de Seguridad y lamentó que "la gente se ha visto cada vez más obligada a consumir de fuentes inseguras". Estados Unidos vetó en esta reunión del Consejo una resolución que pedía el establecimiento de "pausas humanitarias" para la entrada de ayuda.

Oleada de protestas

Las imágenes del hospital atacado provocaron una fuerte oleada de protestas en la región y sorprendió la reacción de los mandatarios de países como Emiratos Árabes Unidos, Marruecos o Bahrein, que recientemente han normalizado relaciones con Israel. La versión de Tel Aviv de los hechos no convence en las calles del mundo árabe y los dirigentes de estos países saben que se enfrentan a la ira popular. Hezbolá llamó a los suyos a un "día de la ira" y en los territorios palestinos se vivió el primero de los tres días de luto decretados por el presidente Mahmoud Abbás.

Biden se subió a su avión a media tarde de este miércoles y regresó directo a Estados Unidos. Los líderes de Palestina, Jordania y Egipto decidieron cancelar el encuentro que tenían previsto en Amán en señal de protesta por el ataque al hospital. La oficina de Biden anunció que hablaría con ellos durante el vuelo de regreso. El mensaje esencial que quiso enviar el presidente norteamericano con su viaje ya estaba dado y, por si alguien lo dudaba, Washington y Tel Aviv van de la mano en esta guerra.

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