Israel niega que el hospital Al Ahli de Gaza esté destruido o afectado, salvo el párking

El Gobierno de Netanyahu reitera su versión de que la explosión fue causada por un cohete fallido del grupo Yihad Islámica.

Lugar de la explosión este martes en las inmediaciones del hospital
Lugar de la explosión este martes en las inmediaciones del hospital
Reuters

Israel negó este miércoles que la masacre de cientos de personas por un bombardeo del hospital Al Ahli en Gaza haya tenido lugar y aseguró que el edificio no está destruido, que no ha sufrido daños graves y que únicamente hubo una explosión de menor envergadura en el aparcamiento adyacente causada por un cohete fallido del grupo gazatí Yihad Islámica.

"La explosión en el hospital Al Ahli se debe a un cohete de Yihad Islámica, cuyo lanzamiento falló. Están inflando las cifras de víctimas. No hubo un impacto directo en el hospital", afirmó en una rueda de prensa el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, Daniel Hagari.

"No hay daños estructurales en el edificio, las paredes están enteras, no hay cráter, no hay daños salvo en el aparcamiento", insistió Hagari, reiterando que no hubo en este lugar ningún ataque del Ejército israelí, "ni por aire, tierra o mar".

Explicó que a las 18.59 (local, 15.59 GMT) se observó el lanzamiento de unos 10 cohetes de Yihad Islámica desde un cementerio cercano al hospital y que uno de ellos, como es frecuente, perdió trayectoria y se precipitó sobre el lugar.

Hagari mostró en la rueda de prensa fotos aéreas del estacionamiento tomadas por un dron israelí tras difundirse la noticia del bombardeo, según explicó. Las imágenes muestran un espacio de unos 20 por 40 metros al lado del hospital, con una veintena de coches aparcados, varios de ellos calcinados, pero solo dos o tres seriamente destruidos.

Explicó que los daños se debían a un incendio provocado no tanto por la cabeza explosiva del cohete, como por el combustible que contiene este proyectil autopropulsado, cuyo depósito debía de estar aún prácticamente lleno al acabar de iniciar el vuelo.

El portavoz agregó que el Ejército ha interceptado además conversaciones entre milicianos de Gaza que se informan mutuamente del impacto, asegurando que se trata de un cohete de Yihad Islámica y que la metralla encontrada en el lugar no corresponde a modelos de misiles israelíes.

Hagari concedió que pudo haber muertos porque "pudo haber gente en el aparcamiento que habían acudido allí por considerarlo un lugar seguro", pero subrayó que Hamás, al difundir la noticia, "infló la cifra de víctimas", si bien rehusó dar estimaciones de un posible número de fallecidos.

Recordó que durante la actual guerra, iniciada hace 12 días tras el asalto de Hamás que mató a unas 1.400 personas en Israel, la gran mayoría de ellas civiles, se han contabilizado 450 cohetes lanzados desde Gaza que, por fallos en su funcionamiento, cayeron dentro del propio enclave.

La prensa israelí ha recogido varios de estos incidentes, recordando que en mayo pasado murieron cuatro personas al caer un proyectil en una zona habitada y en agosto pasado otros dos en un incidente similar.

El hospital Al Ahli, también conocido como Hospital Bautista, está gestionado por la Iglesia Anglicana de Jerusalén, que anoche condenó en un comunicado el "atroz ataque", sin indicar su autoría, que "según primeras informaciones ha causado la pérdida de innumerables vidas". 

Condena palestina

El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha asegurado que Israel "ha cruzado todas las líneas rojas" tras el ataque contra el hospital de Al Ahli, ubicado en el norte de la Franja de Gaza, que Hamás asegura que ha dejado más de 500 muertos.

Abbas, mientras presidía una reunión urgente de altos cargos palestinos tras su vuelta de Jordania, ha asegurado que no permitirán que las autoridades israelíes "escapen de la responsabilidad y su castigo".

"Ante esta tragedia ocurrida esta noche, y por preocupación por nuestro pueblo, decidí acortar mi visita y regresar a la patria para estar entre mi pueblo en esta gran prueba", declaró en referencia a la cancelación de la cumbre que estaba prevista en la capital jordana, Amán, junto al presidente estadounidense, Joe Biden, y el mandatario egipcio, Abdelfatá al Sisi.

Mientras que se han producido manifestaciones en Cisjordania exigiendo su dimisión, Abbas ha pedido "estrechar filas" y ha abogado por la unidad, "no cambiar la brújula y no dejarse arrastrar por tentaciones de las que solo se beneficiarán los enemigos del pueblo palestino.

"Este momento es fatídico y peligroso. Sólo puede afrontarse con unidad y firmeza frente a la agresión israelí", ha agregado, aseverando que nunca aceptarán "de nadie otra palabra que no sea la de detener esta guerra" y solicitando así a la comunidad internacional que se movilice a favor de una iniciativa que condene y detenga los ataques contra civiles.

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