Corrupción, la otra guerra de Ucrania

La detención del presidente del Supremo espera servir de "esperanza" y que el país gane en credibilidad, en vísperas de la reunión internacional de donantes para la reconstrucción.

Volodomir Zelenski, en una conferencia de prensa
Volodomir Zelenski, en una conferencia de prensa
DPA

La otra guerra de Volodímir Zelenski se llama corrupción. La detención, el mes pasado, del ya expresidente del Tribunal Supremo, Vsevolod Knyazev, por su presunta implicación en una turbia red multimillonaria de sobornos y la amplificación que el Gobierno de Kiev da a este arresto ejemplifican su interés por demostrar a la comunidad occidental su empeño en erradicar la rampante corrupción sistémica que ha imperado en la exrepública, que en 2021 se situó como la segunda nación más caótica de Europa en este aspecto. La primera fue Rusia.

El valor de la campaña contra el cohecho es esencial en el país en guerra. De las 'manos limpias' dependerá no sólo que el Ejecutivo vea aumentar las opciones de ingresar en la UE -que le exige cumplir un riguroso listado de mejoras en la gobernanza y los derechos sociales-, sino también el apoyo extranjero a la reconstrucción de Ucrania, cuyo coste oscila entre 800.000 millones y el billón de euros. Los gobiernos e inversores implicados en esta vasta operación se reunirán el miércoles y el jueves en Londres con el fin de establecer las estrategias necesarias para atraer capital extranjero. Su mejor garantía de éxito es demostrar que tan gigantesca financiación no será malversada.

A los expertos tampoco se les escapa que el propio Zelenski se la juega en este envite porque, a medida que avanza la guerra, también parecen haberse incrementado las tensiones políticas internas. El momento es delicado. Pese al respeto por la figura del presidente, la disconformidad ha crecido a causa de la acumulación de poder en el Gobierno y la ausencia de planes sobre unas futuras elecciones generales, que el gabinete ve imposibles mientras dure la invasión.

"La legislación estipula que durante la ley marcial es imposible celebrar elecciones. Y esto es lógico porque no sabemos cómo organizar la votación de casi siete millones de personas que están fuera de Ucrania ni la de aquellas regiones que están temporalmente ocupadas. Podría conducir a la desintegración del Estado que espera nuestro enemigo", explicó este lunes el presidente del Parlamento, Ruslan Stefanchuck, en el digital 'KP'. El Instituto Internacional de Sociología de Kiev, un centro demoscópico al estilo del CIS, asegura que el 75% de los ucranianos querría una renovación del Ejecutivo tras la "victoria" sobre los rusos, pero sólo un 23% desea cambiar a Zelenski.

Un «poderoso mensaje», en breve

Tras el impacto causado por la detención del presidente del Tribunal Supremo, Stefanchuck admitió la "urgencia de tomar medidas para limpiar el poder judicial" y anunció que esta semana se hará público un "poderoso mensaje" del Consejo de Seguridad Nacional sobre "cómo deberíamos reformar esa institución". El arresto de Vsevolod Knyazev es el resultado de la mayor investigación de la Oficina Nacional Anticorrupción y la Fiscalía Especializada Anticorrupción, dos agencias puestas en marcha hace ocho años y que necesitaban una operación de este calado para mostrar fehacientemente su voluntad de erradicar las prácticas fraudulentas en Ucrania.

Antes que al magistrado, los investigadores han denunciado también a influyentes oligarcas, la mayoría de ellos huidos a otros países, y en febrero pusieron las bases para depurar a altos cargos del Ministerio de Defensa por inflar los precios de la comida y los pertrechos de los soldados. No obstante, los largos plazos que supuestamente se suceden a veces para formalizar cargos y la falta de transparencia administrativa -denunciada en algunos medios- sobre la identidad de quienes se han hecho con empresas embargadas a los oligarcas han lastrado ocasionalmente la imagen de esta lucha.

A Knyazev le cogieron con casi 450.000 euros repartidos entre su casa y su oficina, pero la Fiscalía cree que la red ha movilizado en total 2,7 millones para conseguir favores. «Sorprendido el principal representante de la Justicia» en el país, queda por determinar cuántos más de los 168 miembros del tribunal pueden estar involucrados. Existe incluso el temor a que los sobornos hayan infectado al Consejo Superior de Justicia, el órgano independiente que determina quién puede ser candidato judicial tras examinar su integridad ética.

Zelenski posiblemente se presentará a la cumbre de donantes con sus logros y la «esperanza» que otorga la detención de Stefanchuck. Es decir, el mensaje de que las cosas están cambiando en Ucrania, donde el 60% de la población aceptaba el cohecho como un mal inherente a las instituciones antes de la guerra y donde ahora el 84% lo considera intolerable. La piedra en el zapato sigue siendo la reforma del poder judicial. Desde hace años la UE ha advertido al Gobierno de Kiev que, sin limpiar esta institución, no logrará la suficiente credibilidad. En 2019, la confianza pública en el país oscilaba entre el 14% y el 17%. Es la otra guerra de Ucrania.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión