El emotivo reencuentro de dos hermanos sirios tras el trágico naufragio en Grecia

Mohammed, de 18 años, viajaba en el barco siniestrado. Su hermano Fardi, que vivie en Países Bajos, viajó hasta el puerto de Kalamata en su busca.

Mohammed, de 18 años, viajaba en el barco hundido. Este viernes se reencontró con su hermano, que viajó desde Países Bajos a Grecia para buscarlo.
Mohammed, de 18 años, viajaba en el barco hundido. Este viernes se reencontró con su hermano, que viajó desde Países Bajos a Grecia para buscarlo.
STELIOS MISINAS

El naufragio del Adriana ha podido dejar cientos de muertes en el Mediterráneo. Hasta ahora solo 78 han sido confirmadas, tras el rescate con vida de 104 personas, todos varones, entre ellos ocho menores de edad. Pero se teme que hasta 700 personas podían viajar en la embarcación, que se ha hundido a más de 4.000 metros de profundidad. La tragedia ha removido no solo a los griegos -su Gobierno ha decretado tres jornadas de luto- sino también al resto de Europa. En muchos puntos del Viejo Continente esperaban su llegada a puerto ya que en el pesquero viajaban familiares que habían dejado asimismo sus hogares atrás. 

Fardi, un refugiado de Siria que vive ahora en Países Bajos, no sabía si su hermano Mohammed, de 18 años, que subió en la embarcación en Libia, había sobrevivido o no a la tragedia, así que tomó un vuelo destino a Grecia para acabar con la terrible incertidumbre. El reencuentro entre ambos fue posible ya que el joven estaba entre el centenar de rescatados que se encuentran acogidos en la ciudad portuaria de Kalamata. Sin embargo, para otros continúa la pesadilla.

"Las esperanzas de encontrar supervivientes se reducen minuto a minuto tras este trágico naufragio, pero la búsqueda debe continuar", reconoció Stella Nanou, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Grecia, consciente de la magnitud de lo ocurrido. Las autoridades, sin embargo, ya han dado casi por imposible recuperar el viejo Adriana del fondo del Mediterráneo.

Cómo volcó el barco

El pesquero se volcó después de que la Guardia Costera de Grecia tratara de remolcarlo con una soga, denuncian algunos de los rescatados en testimonios recogidos por los medios de comunicación locales.

Según el relato de un superviviente sirio de la tragedia, un barco de la guardia costera griega ató el pesquero con una soga e intentó remolcarlo por el lado izquierdo.

"Pero el bote viró a la derecha y se hundió repentinamente”, aseguró Tasos Polijronópulos, un concejal de Kalamata, el puerto más cercano al lugar del hundimiento, tras hablar con el superviviente.

Ya el jueves otro de los rescatados señaló en declaraciones al líder del partido izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, que el barco se volcó después de que la Guardia Costera tratara de remolcarlo con una soga, informa el portal de noticias News247.

El portavoz de los guardacostas, Nikos Alexíu, desmintió este viernes estas denuncias al señalar que "nunca hubo ningún intento de amarre (con el pesquero)" por parte de las autoridades.

Sin embargo, unas horas después, el portavoz del Gobierno interino, Ilias Siakandaris, señaló a la televisión pública ERT que los guardacostas sí usaron una cuerda "para sostenerse y para acercarse (al barco), para ver si querían ayuda".

Sin embargo, matizó que "no fue una cuerda de amarre", por lo que nunca hubo ningún intento de remolcar el pesquero.

Según explicó Siakandaris, los propios inmigrantes tiraron la cuerda al mar señalando que no querían ayuda sino seguir su viaje hacia Italia.

Este episodio habría sucedido tres horas antes de que el barco finalmente volcara y se hundiera, agregó el portavoz gubernamental.

Los guardacostas griegos han sido duramente criticados por organizaciones y medios internacionales por no intervenir desde el primer momento que vieron la enorme sobrecarga de la embarcación.

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