Hembras en celo para encontrar a Wilson, el perro perdido en la selva colombiana

El pastor belga ha dejado rastros que indicarían que está vivo después de seis días extraviado

Operaciones de rescate en la jungla de Colombia para encontrar a los niños desaparecidos.
Operaciones de rescate en la jungla de Colombia para encontrar a los niños desaparecidos.
COLOMBIAN AIR FORCE

Mientras los cuatro hermanos hallados en la selva colombiana se recuperan en el hospital, sus relatos y aún más sus dibujos dan cuenta de cómo fue la aventura de cuarenta días en la jungla, donde el perro rescatista Wilson ocupó un papel fundamental. El pastor belga malinois no sólo guio con sus huellas a los equipos de búsqueda hasta donde estaban los niños, sino que acompañó y cuidó a los pequeños durante varios días, según se puede observar en las ilustraciones que han hecho los niños. Entre árboles, flores amarillas y un río con peces aparece el retrato del can. De allí ha surgido el compromiso del grupo de operaciones especiales del Ejército colombiano: persistir en la búsqueda de Wilson.

El protagonista de la colorida estampa permanece aún extraviado. Pese a que los menores fueron localizados con vida, la Operación Esperanza no ha concluido. Falta un "compañero de combate". Más de setenta militares buscan al perro, que completa ya seis días sin ser visto. La primera vez que se alejó de los comandos fue el 18 de mayo. Desde entonces sólo regresó dos veces antes de perderse totalmente. Hace seis días se acercó a los militares exhausto y desorientado para luego entrar una vez en la selva. El can no lleva GPS para "evitar que sea rastreado por el enemigo".

Según el Cuerpo de Defensa Civil de Antioquia, que participa de su búsqueda, al parecer se han encontrado rastros que indicarían que sigue con vida y que algunos de los rescatistas de la entidad lo alcanzaron a ver, pero huyó. Con el objetivo de atraerlo, se ha colocado su comida favorita en lugares específicos y se planea llevar a la zona a ocho hembras en celo. Sin embargo, Wilson está castrado. El objetivo: "probar suerte".

La esperanza de encontrarlo disminuye cada día que pasa. Los peligros de la selva toman relevancia cuando se trata de un perro de seis años. El terreno cubierto de grandes árboles con copas que limitan la entrada de la luz solar, donde se registra lluvia al menos durante 16 horas al día y que es el hogar de animales salvajes, dibuja un panorama extremadamente riesgoso para Wilson. Caimanes, jaguares, panteras y anacondas pueden intimidarlo o, aún peor, causar su muerte. Aunque el Ejército confía en sus habilidades para sobrevivir.

Wilson fue un destacado alumno durante el entrenamiento militar, sus capacidades lo llevaron a ser el elegido para internarse en la selva y buscar a los menores. Una operación que requería a los soldados con mayor pericia y experiencia para batallar con la densa jungla. Su entrenador, el soldado Elvis Porras, ha detallado que el can tiene todos los conocimientos para poder mantenerse a salvo en la selva.

"Se alistó en el Ejército a la edad de 5 meses, el curso como perro de búsqueda y rescate duró un año y se graduó con honores. Fue muy extrovertido, enérgico, siempre sobresalió en sus labores", ha comentado el uniformado. Durante el entrenamiento, los perros se enfrentan a simulaciones de terrenos difíciles y condiciones adversas. Escalar montañas, atravesar ríos y zonas fangosas y hasta salir de cuevas o minas son algunos de los aprendizajes que Wilson superó durante el curso.

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