Los políticos de Países Bajos temen por su vida

La viceprimera ministra neerlandesa, Sigrid Kaag, se quiebra en público ante el miedo de sus hijas a que sufra un atentado después de que el último año se hayan registrado 1.125 amenazas a líderes y altos cargos.

El Primer Ministro holandés Mark Rutte, la secretaria de Estado Alexandra van Huffelen y la Ministra Sigrid Kaag.
El Primer Ministro holandés Mark Rutte, la secretaria de Estado Alexandra van Huffelen y la Ministra Sigrid Kaag.
Koen van Weel

"¿Quién va a querer dedicarse a la política después?". Es la duda que le ha surgido a la diputada holandesa Wieke Paulusma, al igual que a varios miembros del Parlamento y ministros de Países Bajos, después de ver el domingo un vídeo de las dos hijas de la viceprimera ministra neerlandésa, Sigrid Kaag, donde expresan su preocupación por la seguridad de su madre. El temor de que las múltiples amenazas de muerte que la líder del partido D66 ha recibido se cumplan ha colocado en primer plano las intimidaciones que sufren decenas de legisladores en el país desde hace más de una década.

El anterior año se registraron 1.125 denuncias de amenazas a políticos. Una cifra sin precedentes que duplica el dato de 2021, según informa el Ministerio Público.

Un hombre con una antorcha encendida frente a la puerta de la casa de Kaag en enero de 2022 colocó en un plano real los constantes mensajes enviados de manera anónima a través de las redes sociales contra los trabajadores del Estado. Mientras muchos ciudadanos seguían la transmisión en directo de cómo el joven, de 29 años, llegaba a la casa de la funcionaria, donde vive con su marido y sus hijas, y gritaba consignas en su contra, la líder comprobaba de cerca que las amenazas habían saltado de la pantalla de su móvil.

El sospechoso fue detenido y condenado a cinco meses de prisión, el castigo más severo concedido a un autor de este delito en el país.

El Equipo Especial de Políticos Amenazados (TBP), un grupo de policías creado específicamente para combatir esta violencia, ha revelado en un reciente informe que del millar de casos, 37 terminaron en un proceso penal y 127 están activos. Su investigación aún está en curso. "Desde la pandemia, la cantidad de amenazas ha aumentado considerablemente", advirtió Ruud Gründmann, líder del equipo TBP. "No solo en línea, también físicamente. La gravedad y la intensidad de los incidentes han cambiado. Los políticos y los ministros son cada vez más acosados ??y abucheados. Eso no siempre conduce a un informe, pero es típico de esta época", explicó.

Investigaciones

De las 1.125 denuncias presentadas en 2022, casi la mitad fueron interpuestas por el opositor y miembro del Parlamento, Geert Wilders. El líder del Partido por la Libertad (PVV) vio un aumento en las amenazas en su contra desde el estreno en 2008 de su película contra el Corán. Su permanente discurso en el que pide la prohibición del islam, el cierre de las mezquitas y escuelas islámicas, así como la ilegalización de su libro sagrado en Países Bajos ha desatado la ira de los musulmanes dentro y fuera de la Unión Europea. La mayoría de amenazas proceden del extranjero, principalmente de Pakistán. Sin embargo, al menos unas 600 investigaciones han quedado estancadas porque Holanda no tiene un tratado con Islamabad para iniciar enjuiciamientos.

Desde niños de 11 años hasta exdeportistas profesionales están detrás de los mensajes amenazantes, según ha descubierto con sorpresa la Policía. El ex jugador de críquet Khalid Latif de Pakistán puso un precio de 20.000 euros a la cabeza de Wilders. El ultraderechista ha debido restringir su movilidad al máximo en el país. Rodeado de equipos de seguridad, es el único político que tiene guardaespaldas desde hace más de 16 años.

Pero la coacción llega en mayor volumen vía Twitter. La cuenta de Wildes fue suspendida por error y restaurada días después con una disculpa del equipo técnico de la red social debido a su furibunda reacción a un vídeo en el que se mostraba cómo varias personas pisoteaban fotografías suyas manchadas con pintura roja y en las que aparecía escrito "Kill it" (matadlo). Ante la "persecución" digital, la presidenta del Parlamento neerlandés, Vera Bergkamp, ha enviado este miércoles una carta al departamento de Asuntos Globales de la compañía de Elon Musk pidiendo detener los recientes tuits que contenían "llamamientos a la violencia y hasta al asesinato" de congresistas. También ha indicado que "esos mensajes probablemente sean punibles bajo la ley penal del país". El auge de las amenazas es un revés para Ámsterdam, que ha tratado de reducir su impacto durante varios años con campañas públicas para mitigar la polarización política creciente de la sociedad.

Pero los mensajes intimidatorios no son nuevos en el país. La princesa Catalina Amalia de Orange también ha sido víctima de este delito. La Mocro Maffia, considerada la organización de narcotraficantes más peligrosa por las autoridades nacionales, colocó el año pasado en el punto de mira a la heredera del trono neerlandés. Para velar por su seguridad, Amalia debió renunciar a su vida universitaria y confinarse en el Palacio Real de vuelta con sus padres, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda.

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