Una embarazada de siete meses y otras seis personas, víctimas del asesino de Hamburgo

Los testigos escucharon hasta cuatro periodos de disparos y un tiro aislado fina, con los que el presunto asesino que mató a al menos siete personas se quitó la vida.

Tiroteo en una iglesia de Hamburgo
Tiroteo en una iglesia de Hamburgo
Reuters

El autor del ataque contra un templo de los Testigos de Jehová en la ciudad alemana de Hamburgo en la noche del jueves asesinó a tiros con una pistola semiautomática a siete personas antes de quitarse la vida. Además, un bebé nonato pereció al ser alcanzada su madre por los disparos del atacante, identificado como el ciudadano Philipp F. de 35 años, según anunció el senador de Interior de la ciudad-estado, el socialdemócrata Andy Grote, en rueda de prensa.

Las víctimas, cuatro hombres y tres mujeres, contaban entre 33 y 60 años, además del «feto femenino que tenía 28 semanas de gestación», señaló Grote, quien explicó que otras ocho personas resultaron heridas en el suceso, de las que cuatro se encuentran en grave estado. «Se trata del crimen más trágico en la historia reciente de la ciudad», subrayó el senador.

La rápida intervención de la Policía evitó una masacre mayor en el atentado que tuvo lugar en el barrio de Altersdorf de la ciudad portuaria. La actuación de varios agentes a los pocos minutos de producirse los primeros disparos «salvó la vida de muchas personas», afirmó, por su parte, el jefe de la Policía hamburguesa, Matthias Trep, que cifró en unos cincuenta los fieles reunidos en el Salón del Reino, el punto central del templo. Unas veinte personas pudieron ser rescatadas ilesas por las primeras patrullas que llegaron al templo y cuya presencia hizo retirarse a los pisos superiores del edificio al autor de los disparos. A las 21.04 se registraron las primeras llamadas advirtiendo de los disparos. Cuatro minutos después llegaban al edificio los agentes y un minuto más tarde las primeras unidades de fuerzas especiales. Los agentes encontraron cerrada la puerta y rompieron inmediatamente la cerradura a tiros.

La Policía da por sentado que el presunto sospechoso actuó en solitario y que no existen indicios de un atentado extremista. El atacante carecía de antecedentes policiales. Como tirador deportivo, Philipp F. disponía de licencia de armas y utilizó una pistola adquirida legalmente el pasado diciembre. Había pertenecido a la comunidad religiosa que, al parecer, «abandonó voluntariamente hace año y medio, pero no a las buenas», explicó Thomass Radszuweit, uno de los responsables de la investigación.

Más de cien disparos

Philipp F. agotó en el ataque nueve cargadores de quince balas cada uno. Junto a su cadáver fue encontrada una mochila con más munición sin usar y en su vivienda fueron localizados otros quince cargadores llenos y doscientas balas más. La Policía intervino además un ordenador portátil y los móviles del sospechoso.

El presidente de la Policía de Hamburgo, Martin Meyer, reveló que las autoridades habían recibido anteriormente una comunicación anónima en la que se denunciaba que Philipp F. no era apto para tener una licencia de armas debido a una enfermedad psíquica. Por ese motivo se le sometió a un control no anunciado, en el que el sospechoso se mostró cooperativo. Al no registrarse en aquel momento motivos para retirarle el permiso, no se tomaron medidas. Meyer subrayó que a la vista de lo sucedido serán revisados ese tipo de controles de manera crítica.

Meyer reveló además que antes de penetrar en el templo de los Testigos de Jehová, el hombre disparó reiteradamente contra un automóvil con el que una mujer se encontraba maniobrando y que milagrosamente resultó herida solo levemente. La Policía contó en el vehículo diez orificios de bala. Luego Philipp F., licenciado en Ciencias Empresariales que tenía una asesoría económica, entró en la iglesia disparando a discreción. 

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