coronavirus

Miedo a una explosión mundial de contagios de covid por la reapertura de China

Italia, Japón y la India harán pruebas a los viajeros mientras se teme una mutación del virus por su propagación masiva.

Virus Outbtreak China
Epidemia de coronavirus en China.
Andy Wong

De 0 a 100 en menos de un mes y multiplicado por 1.400 millones. Como todo en China, gigantesco país de extremos, así de rápida está siendo la evolución de su política sanitaria respecto al coronavirus. A partir del 8 de enero, Pekín acabará con las cuarentenas de diez días obligatorias al llegar, lo que permitirá el regreso de los turistas extranjeros y la salida de los ciudadanos chinos.

La medida es una buena noticia para el maltrecho sector turístico y un signo de la recuperación de la normalidad. Pero la reapertura de las fronteras chinas y la salida de sus nacionales al extranjero coincidirá con el pico de la epidemia en su territorio, que está sufriendo ahora las olas que golpearon a otros países en el pasado.

Además, la explosión de contagios que hay en China por su enorme población hace temer una mutación del coronavirus que vuelva a disparar la pandemia. Un peligro que preocupa a muchos expertos porque supondría volver a la casilla de partida ahora que el resto del planeta se ha quitado la mascarilla gracias a la inmunidad de grupo adquirida por las vacunas y los anticuerpos generados por las infecciones anteriores.

Es imposible saber el número de contagiados y fallecidos en China. Siguiendo con la opacidad habitual del régimen, la Comisión Nacional de Salud dejó de publicar el domingo sus datos diarios para tapar su desastrosa apertura tras el fin de las restricciones. Siempre en entredicho, las cifras oficiales chinas han perdido la poca credibilidad que les quedaba al reportar unos pocos miles de casos y solo siete fallecidos en la semana posterior al levantamiento de las restricciones. Desenmascarándolas, por las redes sociales circulan numerosas imágenes de hospitales colapsados, funerarias llenas de bolsas de cadáveres y largas colas de coches fúnebres ante los crematorios, algunos de los cuales no dan cita ya hasta el 10 de enero.

Recogido por algunos medios como el 'Financial Times' y el periódico de Hong Kong 'South China Morning Post (SCMP)', por internet circula un documento no verificado que parece ser el último resumen de la Comisión Nacional de Salud. En él reza que los casos diarios superan ya los 30 millones y más de 250 millones de personas se han contagiado desde el 1 de diciembre. Eso representa el 18% de los 1.400 millones de chinos, pero en algunas ciudades, como Pekín y Chengdú, se estima que ya se ha infectado más de la mitad de la población. En los próximos meses se contagiará el 60%, lo que podría causar más de un millón de muertos según algunas proyecciones matemáticas.

Nuevas variantes de ómicron

De todas maneras, la ola del covid es tan gigantesca en China que es imposible esconderla. En la industria provincial costera de Zhejiang, las autoridades sanitarias estiman más de un millón de contagios diarios y dos millones para año nuevo. Según recoge el diario 'SCMP', hay medio millón de infectados diarios en Qingdao, una ciudad con diez millones de habitantes, y unos 300.000 en Dongguan, corazón de la "fábrica global" en la provincia sureña de Cantón (Guangdong).

Aunque la propagación masiva por China está provocada por dos sublinajes de ómicron, BA.5.2 y BF.7, que son más contagiosos y pueden esquivar la inmunidad de las vacunas y de infecciones previas, no parecen ser más agresivas. Temiendo un repunte de la pandemia cuando China abra sus fronteras el 8 de enero, Japón, la India, Italia, Taiwán y Malasia exigirán pruebas PCR a los viajeros de este país o se las harán al llegar. Si son positivos, serán puestos en cuarentena. Desconfiando de los datos chinos, Estados Unidos también se plantea controles similares, como hizo al principio de la pandemia pero cuando ya era tarde para detener al coronavirus.

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