Rusia insta a Ucrania a aceptar su propuesta de paz de "forma amistosa" para acabar la guerra

El Kremlin pide a Kiev que renuncie a Jersón, Donetsk, Zaporiyia y Lugansk o "de lo contrario el Ejército se ocupará del asunto".

El ministro de asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov
El ministro de asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov
RUSSIAN FOREIGN MINISTRY

Poner fin a la guerra en Ucrania es, a ojos del Kremlin, una solución que tiene en sus manos el Gobierno de Kiev. Así lo manifestó este martes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al instar al Ejecutivo de Volodímir Zelenski a que acepte su propuesta de paz de "forma amistosa". "De lo contrario, nuestro Ejército se ocupará de la cuestión", dijo en declaraciones recogidas por la agencia TASS.

El mensaje del jefe de la diplomacia rusa a Kiev va en la misma dirección del que ya expresó el domingo el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, cuando en una entrevista a la televisión estatal CCTV aseguró estar dispuesto a dialogar para concluir la "operación militar especial", como denomina a la invasión, pero Occidente y Zelenski "se niegan". El mandatario ucraniano, en concreto, rechaza entablar conversaciones con el bando enemigo mientras Putin siga en el poder y además exige mantener la soberanía de las cuatro regiones que Moscú se anexionó el pasado septiembre -Jersón, Donetsk, Zaporiyia y Lugansk-, además de la península de Crimea, ocupada por la fuerza en 2014.

Lavrov señaló este martes que Kiev "es muy consciente" de la postura del Kremlin para acabar con un conflicto que dura ya diez meses. El planteamiento de Rusia, insistió el ministro de Exteriores, pasa por la "eliminación de las amenazas de seguridad" provenientes del país vecino. De igual manera, exigen mantener el control de los "nuevos territorios". Es decir, de las cuatro provincias del este de Ucrania que Moscú considera suyas tras celebrar un referéndum no reconocido internacionalmente en el que, según sostienen, el 97% de los votantes apoyó la anexión.

"Queda poco por hacer. Las propuestas sobre la desmilitarización y desnazificación de las tierras controladas por Kiev y sobre la eliminación de las amenazas a la seguridad deben ser aceptadas de manera amistosa o el Ejército ruso se ocupará del asunto", reiteró. Asimismo, acusó a Occidente de exagerar "con especulaciones irresponsables de que Rusia está al borde del uso de armas nucleares contra Ucrania". Al respecto, subrayó que Moscú ha afirmado "una y otra vez" que no puede haber ganadores en una guerra así y que "nunca debe desencadenarse".

El jefe de la diplomacia rusa dijo también ser conocedor de un supuesto plan trazado por Estados Unidos para la "eliminación física" de Putin, que este martes firmó un decreto que prohíbe a partir del 1 de febrero de 2023 la venta de su petróleo a los países que apliquen un tope a los precios del crudo ruso, fijado a principios de mes en 60 dólares el barril por la UE, el G7 y Australia. "Algunos funcionarios anónimos del Pentágono amenazaron con infligir un golpe de decapitación al Kremlin. Hablamos de la amenaza de la destitución física del presidente de Rusia. Si alguien realmente fomenta esas ideas, debería pensar con mucho cuidado sobre las posibles consecuencias de tales planes", advirtió.

Lavrov aseguró también que tanto EE.UU. como la OTAN buscan únicamente "una victoria sobre Rusia en el campo de batalla" para "debilitar o incluso destruir a nuestro país". En ese sentido, definió a Zelenski como una "marioneta" para alcanzar tal fin, cuyo "beneficiario" sería el Gobierno estadounidense. "Washington ha estado trabajando en un objetivo geopolítico de romper los lazos tradicionales entre Rusia y Europa y hacer que sus satélites europeos dependan aún más de él", razonó. Por ello, manifestó que "mantener una conversación normal con la Administración Biden es objetivamente imposible".

Amenaza en Año Nuevo

Las palabras de Lavrov se difundieron mientras el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yuri Ignat, advertía este martes de que el Ejército ruso podría lanzar ataques durante los próximos días en respuesta a lo ocurrido el fin de semana en la base aérea de Engels, donde los restos de drones ucranianos derribados por Rusia se cobraron la vida de tres militares. "Tal vez durante las vacaciones de Año Nuevo aprovechen para seguir golpeando nuestra infraestructura", indicó.

Pese a esta amenaza, Ignat hizo un balance positivo de la operación en Engels ya que habría alterado los planes de Moscú, que ha tenido que hacer "reajustes". "Muchos de los aparatos han sido reubicados " y, en general, señaló, Rusia ha disminuido su actividad aérea nocturna, incluso con aviones tácticos.

El alto mando militar ruso, entretanto, se reunió con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, para hacer balance de sus actividades en Ucrania y abordar los planes para el próximo año después de que Putin diese luz verde la semana pasada a la financiación ilimitada de las Fuerzas Armadas.

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