Descubren a un espía ruso infiltrado en los servicios de inteligencia alemanes

Un juez ha ordenado su ingreso en prisión preventiva y la Fiscalía Federal le acusa de "alta traición" y de "revelar secretos de Estado".

Logo de los Servicios Federales de Información alemanes
Logo de los Servicios Federales de Información alemanes
AXEL SCHMIDT

La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) ha detenido en Berlín a un presunto agente ruso que trabajaba hasta ahora para los Servicios Federales de Información (BND), el centro de inteligencia exterior de Alemania. El funcionario, un alemán identificado como Carsten L., es acusado de alta traición por suministrar informaciones altamente sensibles a unos servicios secretos rusos, según revela el medio 'Spiegel Online'.

El doble agente, detenido al parecer a últimas horas del miércoles, fue presentado este jueves en la localidad de Karlsruhe, al sur del país, ante el juez de instrucción en el Tribunal Supremo alemán, que ordenó su ingreso inmediato en prisión preventiva. Además de la vivienda del sospechoso, los agentes especiales de la BKA registraron las oficinas del BND en dos de sus sedes.

Bruno Kahl, presidente de los servicios de espionaje exteriores germanos, informó de que su propia institución había descubierto, "dentro del marco de su labor de inteligencia", un "posible caso de traición en sus propias filas". Tras minuciosas investigaciones, las sospechas se hicieron firmes y el BND alertó inmediatamente a la Fiscalía Federal, dijo Kahl.

"En la parte opuesta tenemos con Rusia a un actor en el que hay que contar con su falta de escrúpulos y disposición a la violencia", declaró el jefe del BND. Ese es uno de los motivos por el que, dijo, su institución no puede ofrecer más información sobre el caso. Cada detalle sería aprovechado por el régimen de Vladímir Putin "con la intención de hacer daño a Alemania", afirmó. La Fiscalía Federal se limitó a señalar que acusa al sospechoso de "revelar secretos de Estado".

Medios alemanes destacan que el canciller federal, Olaf Scholz, fue informado hace semanas sobre las sospechas de la existencia de un topo en el BND. Se trataría del caso más relevante de espionaje contra Alemania de las últimas décadas, reconocieron fuentes gubernamentales. Agentes rusos han sido desenmascarados con frecuencia en los últimos años en este país.

En noviembre pasado un tribunal de Düsseldorf condenó a un teniente coronel en la reserva a un año y nueve meses de cárcel en libertad condicional por haber mantenido contactos con los servicios secretos militares rusos GRU, a los que proporcionó informaciones sobre el sistema de reservistas del ejército germano.

En primavera un juzgado de Múnich condenó a un científico de la Universidad de Augsburgo a un año de cárcel con libertad vigilada por proporcionar a Rusia informaciones sobre el sistema de cohetes espaciales europeos Ariane, en su caso a un agente de los servicios secretos exteriores rusos SWR. El caso de Carsten L. es mucho más grave, ya que el BND habría tenido a un topo trabajando para Moscú mientras Rusia rompía la paz europea, invadía Ucrania y mantiene la guerra contra su vecino.

El último topo, en 2014

El BND descubrió por última vez la existencia de un topo en sus filas en 2014. Entonces fue detenido uno de sus funcionarios de la sección de 'Lugares operativos y Relaciones Exteriores', donde era responsable del correo y el registro de documentos cifrados. Tras su captura se comprobó que llevaba desde 2008 espiando al servicios de la CIA estadounidense, a la que entregó más de 220 documentos confidenciales, entre ellos una lista con los nombres reales de 3.500 agentes alemanes. Más adelante ofreció sus servicios a Rusia, a la que proporcionó tres documentos secretos del BND. Un tribunal de Múnich le condenó entonces a ocho años de prisión por alta traición.

El caso más espectacular de espionaje en los servicios de inteligencia exteriores germanos se produjo hace décadas. A principios de los años 70 la ya extinta República Democrática Alemana consiguió infiltrar en el BND a su agente Gabriele Gast. La mujer consiguió escalar puestos en el organigrama hasta el cargo de directora de gobierno del departamento que operaba contra la Unión Soviética.

Gabriele Gast espió durante muchos años para la esfera de los países comunistas sin ser descubierta. Solo tras la caída del muro y el acceso de los servicios de seguridad federales a los archivos de la Stasi, los servicios secretos y policía política de la RDA, fue descubierta y detenida en 1990. Un tribunal la condenó a siete años de cárcel por alta traición.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión