Cuatro personas han sido evacuadas en las últimas horas del barco humanitario Rise Above, incluidas "dos mujeres inconscientes y con la constantes vitales muy bajas", que la Guardia Costera dejó "en el suelo, sin ponerles siquiera una manta", dijo este lunes el capitán de la embarcación, el español Marco Antonio Martínez.

"Vino la guardia costera y no tenían camillas. Tuvimos que llevar a las dos mujeres con las nuestras y luego pedírselas, porque no tenemos más y las necesitamos. Y ellos las dejaron en el suelo inconscientes, ni siquiera les pusieron una manta y estaban con las constantes vitales muy bajas", explicó Martínez.

A los maridos no se les permitió acompañarlas, mientras que los otros dos evacuados fueron dos hombres "con ataques de ansiedad" y a los que "costó muchísimo" que se les permitiera salir del barco, añadió.

El Rise Above, de la ONG alemana Mission Lifeline, se encuentra en aguas territoriales italianas con 89 rescatados, tras seis evacuaciones médicas en las últimas horas, mientras espera que se le permita desembarcar, al igual que al noruego Ocean Viking, de SOS Méditerranée, con otros 234 inmigrantes, aunque está fuera del límite de las 12 millas, en aguas internacionales.

Los otros barcos en la misma situación han sido sometidos a desembarcos selectivos por parte de las autoridades italianas: se trata del Geo Barents, de Médicos Sin Fronteras (MSF), y del Humanity 1, de SOS Humanity.

Fuentes de MSF confirmaron que 357 personas, en su mayoría mujeres y niños, han podido abandonar el Geo Barents, en el puerto de Catania (Sicilia, sur), mientras quedan en el barco 215 naúfragos, que, a tenor de las nuevas disposiciones del Gobierno, deberán abandonar las aguas territoriales italianas en las próximas horas.

El primer barco obligado a desembarcar selectivamente fue el alemán Humanity 1, del que desembarcaron este domingo 144 migrantes, sobre todo mujeres y niños, mientras que 35 tuvieron que seguir a bordo, y la ONG ha anunciado que recurrirá hoy ante la Justicia italiana el decreto que solo permite que abandonen las naves los más vulnerables.

El capitán del Humanity 1, Joachim Ebeling, se negó a seguir las indicaciones de las autoridades y no zarpará hasta que no hayan bajado todos los rescatados, confirmaron fuentes de su entorno.

El Gobierno de la ultraderechista italiana Giorgia Meloni mantiene el pulso con las ONG que socorren personas en el Mediterráneo con el decreto firmado este viernes para los desembarcos selectivos y su principal reivindicación es que los países de bandera de estas naves -Alemania y Noruega- se impliquen en la acogida.

"La política migratoria va consensuada con todos los países de la Unión Europea, que tiene que tomar en mano esta situación con una política de colaboración y de ayuda porque no puede dejar solos, y con toda la responsabilidad de los migrantes que llegan a España, Chipre, Italia y Grecia", dijo el papa Francisco al ser preguntado sobre la cuestión en el vuelo de vuelta de su viaje a Baréin.