La ultraderecha francesa celebra su cincuenta aniversario sin su fundador

Marine Le Pen preside un acto sin a presencia de su padre y fundador del Frente nacional al que ella expulsó.

Imagen de archivo del líder histórico de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen.
Imagen de archivo del líder histórico de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen.

Un aniversario embarazoso. El partido de Marine Le Pen celebró este miércoles con discreción cincuenta años de existencia. El Frente Nacional (FN), hoy Reagrupación Nacional (RN), lo conmemoró sin la presencia de su fundador, Jean-Marie Le Pen, considerada persona non grata desde que fue expulsado por su propia hija y nueva líder, Marine Le Pen, en 2015 por sus proclamas antisemitas. El patriarca lo festejará dentro de unos días en una fiesta privada en su mansión de Montretout, en las afueras de París.

De cualquier manera, el partido está más fuerte que nunca y muestra músculo político en la Asamblea Nacional (Parlamento) francesa. "De una formación contestaria hemos hecho una preparada para gobernar", escribió en Twitter Marine Le Pen. La ultraderechista rindió homenaje "a todos los militantes que desde hace medio siglo trabajan por la causa nacional". En ningún momento nombró a su padre, de 94 años.

El 5 de octubre de 1972 Jean-Marie Le Pen y otras figuras radicales de extrema derecha fundaron el Frente Nacional. Entre sus integrantes había miembros del movimiento político neofascista Orden Nuevo, antisemitas, antigaullistas, colaboracionistas de los nazis y nostálgicos de la Argelia francesa.

Le Pen, que se considera ante todo "un patriota", agitó de inmediato la política gala con sus salidas de tono y sus proclamas racistas y antisemitas. Defensor de "la desigualdad de las razas", consideró "un simple detalle" las cámaras de gas que los nazis utilizaron para exterminar a los judíos y confió en que el ébola pudiera "solucionar" los problemas de la inmigración en tres meses.

El histórico líder de la extrema derecha francesa ha sido cinco veces candidato presidencial, pero fue en 2002 cuando dio la sorpresa al clasificarse para la segunda vuelta de las elecciones. Finalmente fue derrotado por Jacques Chirac (82,21%-17,79%).

Su hija Marine tomó las riendas del Frente Nacional en 2011 para comenzar una labor de limpieza al expulsar a los elementos más radicales, suavizar el discurso, barrer bajo la alfombra el racismo y el antisemitismo, hacerlo más presentable de cara a los electores y transformarlo en un partido capaz de gobernar.

La líder ultraderechista rebautizó en 2018 el partido como Reagrupación Nacional, un cambio de nombre que no gustó al patriarca, que lo calificó como "el golpe más severo que el Frente Nacional ha recibido desde su fundación". Una década de "desdiabolización" parece que ha dado sus frutos. Al igual que en 2017, Marine Le Pen logró en abril clasificarse para la segunda vuelta de las presidenciales. Consiguió el 41,5% frente al 58,5% de Emmanuel Macron.

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