UCRANIA

Los ucranianos ceden Severodonetsk, clave para el control del este del país

Las tropas se ven forzadas a abandonar la defensa de la ciudad para evitar el cerco del Ejército ruso en la que se considera ahora "la zona más caliente en el frente".

Soldados ucranianos en Severodonetsk.
Soldados ucranianos en Severodonetsk.
OLEKSANDR RATUSHNIAK/EFe

En medio de bombardeos incesantes, que se suceden prácticamente desde el comienzo de la guerra, las fuerzas ucranianas que mantenían la resistencia en la exigua parte de Severodonetsk que aún controlaban se ven ahora obligadas a abandonar la ciudad, que se antoja clave para el control del este del país y el Dombás. La operación trata de evitar que el Ejército ruso, situado ya a las puertas de la vecina localidad de Lisichansk, les rodee. Así lo aseguró este viernes Serguéi Gaidai, el gobernador de la parte de la región oriental de Lugansk que controla Kiev.

Según ha escrito en su canal de Telegram, «los defensores ucranianos de Severodonetsk han recibido la orden de retirarse a posiciones mejor fortificadas. Esta noche abandonaron organizadamente la zona industrial». El responsable ucraniano subrayó que la artillería rusa «lleva bombardeando Severodonetsk desde hace cuatro meses a diario. El 90% de los edificios han sido destruidos o sufrido daños mientras aproximadamente entre 7.000 y 8.000 habitantes permanecen en Severodonetsk y 10.000 en Lisichansk», dos de cuyos poblados situados un poco más al sur, Gorskoe y Zolotoe, según aseguran las autoridades municipales, están ya en manos de las fuerzas rusas. «Todo el área sur de Lisichansk está totalmente ocupada por los rusos», aseguró Alexéi Babchenko, alcalde de Gorskoe.

Por su parte, Román Vlásenko, jefe de la Administración militar regional de la zona, afirmó que «la retirada de las fuerzas armadas de Ucrania de Severodonetsk durará varios días, ya que allí hay todavía muchas unidades. El repliegue se está llevando a cabo en este momento. Comenzó ayer (jueves)». En declaraciones a la cadena estadounidense CNN, Vlásenko dijo que en la planta química Azot todavía «hay 568 civiles» refugiados que podrán «salir tan pronto cesen los bombardeos, pero hacia territorio ocupado».

Los medios ucranianos contaban detalles de la retirada: «Se llevó a cabo de noche, bajo fuego, pero no hubo víctimas. Es amargo irse, pero esta decisión se había madurado desde hacía tiempo. El Ejército hizo más de lo que pudo en condiciones extremadamente difíciles. Sin puentes ni pontones a través del río, cada día de la batalla fue puro heroísmo», escribía el periodista Yuri Butusov de 'Ukrainska Pravda'.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konáshenkov, informó este viernes que sus tropas tienen rodeados en la zona de Severodonetsk a unos 2.000 militares ucranianos. Según Konáshenkov, cerca del poblado de Gorskoe, al sur de Lisichansk, «hay cerca de 1.800 militares, 120 combatientes del grupo de ultraderecha Pravi Séktor, unos 80 mercenarios extranjeros, más de 40 vehículos blindados y unos 80 cañones y morteros». El portavoz castrense aseveró que en las últimas 24 horas «41 militares han cesado la resistencia y se han rendido voluntariamente».

Sin comentarios

El Estado Mayor ucraniano, por su parte, advirtió que no hará ningún comentario sobre la retirada de Severodonetsk, cuyo entorno calificó como la "zona más caliente ahora mismo en el frente". «La información sobre si las unidades de las fuerzas armadas de Ucrania están ubicadas en un área determinada, incluida Severodonetsk, está ahora bajo secreto», apuntó el comunicado.

En declaraciones a AFP, un mando de las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Lugansk (LNR), el teniente coronel Andréi Marochko, insistió en que la resistencia ucraniana en Severodonetsk y Lisichansk «no tiene sentido, es inútil. Creo que al ritmo que van nuestros soldados, muy pronto todo el territorio de la LNR habrá sido liberado». El oficial aseguró que Lisichansk, la última localidad de importancia para completar la toma de Lugansk, «está prácticamente rodeada, tenemos el control logístico». La carretera que une la zona con Bajmut, desde donde las tropas ucranianas recibían pertrechos y munición, ha sido cortada.

Es de suponer que la resistencia local se recrudecerá ahora en Lisichansk, ciudad gemela de Severodonetsk al otro lado del río Severski Donets. Los dos centros de población no están comunicados al haber sido destruidos todos los puentes. Sin embargo, los analistas militares consideran que el control de Severodonetsk y, llegado el momento, tal vez también el de Lisichansk, no supondrá un gran punto de inflexión en la guerra. El Ejército ruso y las fuerzas separatistas tienen todavía por delante la conquista de la mayor parte de la región de Donetsk tras haber sido debilitados por la resistencia ucraniana en Severodonetsk al haber agotado, creen algunos especialistas, gran parte de sus recursos.

El asesor de la Presidencia ucraniana, Oleksiy Arestóvich, estima que «existe el peligro» de que las tropas rusas logren cercar al Ejército ucraniano en Lisichansk. No obstante,mientras tal circunstancia no se materialice, «los combates allí serán encarnizados, barrio por barrio, como ha sucedido en Severodonetsk y como se vio en Mariúpol»., advirtió.

Mientras tanto, en Járkov, que sigue sufriendo continuos bombardeos, el Ejército ruso trata de mantener ocupadas a las fuerzas ucranianas para evitar que acudan a otras partes del frente. Se trata también de frenar su contraofensiva hacia Izium y en el noreste hacia la frontera con Rusia.

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