Seis meses de mentiras, escándalos y cerveza en torno a Boris Johnson

Las imágenes de las fiestas prohibidas persiguen al primer ministro desde diciembre pese a sus intentos por esquivar su gravedad.

London (United Kingdom), 06/06/2022.- A betting board show the odds on a win or loss for Boris Johnson outside parliament in London, Britain, 06 June 2022. British Prime Minister Boris Johnson is facing a 'vote of no confidence' to determine whether he should remain in his position. Conservative Party MP's will vote in parliament on whether to keep Johnson as their leader on 06 June. (Reino Unido, Londres) EFE/EPA/ANDY RAIN BRITAIN POLITICS JOHNSON CONFIDENCE VOTE
Un hombre sujeta un cuadro con un mensaje contra Johnson a las puertas del Parlamento
TOLGA AKMEN

Alcohol, fiestas prohibidas, mentiras y una continua indignación ciudadana acompañan al primer ministro británico, Boris Johnson, desde diciembre del año pasado, cuando salieron a la luz las primeras pruebas de lo que ya se conoce como 'partygate'. El escándalo con el que el 'premier' y otros tantos funcionarios del Gobierno celebraban fiestas con alcohol en Downing Street, en plena pandemia y sin medidas de seguridad, tras anunciar la prohibición de todo encuentro social ha sentado las bases para la caída en picado de su popularidad. En solo seis meses, Johnson se ha hundido tanto que su futuro político es de lo más incierto.

El detonante de su perdición fue la publicación el pasado mes de diciembre de un vídeo que confirmó una fiesta de Navidad cuando las restricciones dictadas por el Gobierno para contener la expansión de la covid-19 prohibían ese tipo de reuniones. Le siguió la revelación de una invitación a cien empleados a una fiesta multitudinaria en el jardín de Downing Street. Fue la crónica de una muerte anunciada. Las críticas no tardaron en llegar y, tras confirmar que no asistió a la polémica 'juerga', acabó disculpándose tras finalmente reconocer que acudió al encuentro social, aunque "asumiendo implícitamente" que era un "evento de trabajo".

Poco después la llama se avivó con una nueva polémica. El "vino de los viernes", como lo llamaban los empleados del Número 10, donde se llevaba a cabo esta clásica tradición semanal de tomar una copa el último día laboral, que no cesó durante la pandemia, ni siquiera en el confinamiento. Desde entonces la investigación de la funcionaria Sue Gray amenazaba la tranquilidad del 'premier'.

"Fallos de liderazgo"

En realidad, sus problemas de sueño también venían de otros ámbitos. La ciudadanía se puso en su contra, algunos hasta se manifestaron por las calles de Londres. Mientras que en el sector político le han caído palos por todos lados, incluso de sus propias filas, exigiendo su dimisión.

La gota que colmó un vaso demasiado lleno fue el informe de Sue Gray, en el que destacaba que el Gobierno incurrió en "fallos de liderazgo" y pedía depurar "responsabilidades", a lo que Boris Johnson -multado por Scotland Yard en abril por celebrar su cumpleaños en plena pandemia- pidió perdón pero no renunció. Situado en una cuerda floja desde hace seis meses, y sacando pecho por su papel como mediador en la guerra de Ucrania, la moción de censura decide su futuro.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión