Juzgan a tres hermanos yihadistas que captaron a un joven que falleció en Siria

Los acusados -Khalid L., Ben Gacem L. y Hicham L.- supuestamente integraban una célula yihadista en Badalona vinculada al grupo islamista radical Hizb Ut Tahrir al Islami (Partido de Liberación Islámica).

Soldados sirios en un vehículo militar en el sur de Idlib.
Imagen de archivo de soldados sirios en un vehículo militar en el sur de Idlib.
Reuters

La Audiencia Nacional juzga a partir del martes a tres hermanos yihadistas detenidos en Badalona (Barcelona) en 2020 por captar a jóvenes para viajar a Siria, uno de los cuales falleció en un bombardeo. Los tres se enfrentan a una petición de 9 años de cárcel por integración en organización terrorista.

Los acusados -Khalid L., Ben Gacem L. y Hicham L.- supuestamente integraban una célula yihadista en Badalona vinculada al grupo islamista radical Hizb Ut Tahrir al Islami (Partido de Liberación Islámica), expone el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales.

"Bajo el ideario yihadista", la célula se dedicaba a labores de captación, adoctrinamiento, y posterior envío a lugares de conflicto "para llevar a cabo acciones operativas de naturaleza terrorista".

De este modo, relata el fiscal, contribuyeron a que un joven marroquí, Mohamed Kaouch, residente también en Badalona "tomara la determinación de viajar a Siria".

En febrero de 2014, tras obtener un visado que le autorizaba a trabajar en Turquía, viajó en avión desde Marruecos a Estambul y una vez allí se dirigió a Siria para incorporarse a las filas de la organización terrorista Daesh. Su familia fue informada en agosto de 2016 de su fallecimiento en un bombardeo.

Ello propició que la Policía comenzara a investigar la célula radicada en el inmueble en el que vivían los tres hermanos, en la calle Calderón de la Barca de Badalona.

En las vigilancias policiales detectaron que con una frecuencia casi semanal se reunían diferentes personas en dicho inmueble, y que en esos encuentros se difundían, elogiaban y justificaban los métodos terroristas y de esta manera pretendían captar y convencer a otros de las bondades de la yihad violenta.

También se comprobó que los acusados -que adoptaban fuertes medidas de seguridad en sus reuniones- tenían una relación de dependencia jerárquica respecto a otras personas de la organización Hizb Ut Tahrir en nuestro país. En concreto, con Riyad Al Bayed, Abu Abderrahman, uno de sus dirigentes en España.

Esta persona a pesar de haber vivido en Barcelona y pasar largas estancias en España, en los últimos años ha fijado su residencia en Arabia Saudí, y en 2020 se detectaron reuniones con los acusados junto a otros miembros de la organización.

A los efectos de averiguar el contenido de las reuniones, la Policía procedió a controlar el tráfico en internet de los tres hermanos y comprobaron numerosas entradas a sitios web vinculados a la organización y a otros dirigidos a perpetrar actos violentos de una manera generalizada con la finalidad de instaurar el Califato Islámico a nivel mundial.

La Fiscalía les acusa de integrar el grupo islámico Hizb Ut Tahrir (HuT) (Partido de Liberación Islámica), cuyo marcado discurso antidemocrático y sus relaciones con grupos terroristas han motivado su ilegalización en Alemania, que también se ha barajado en Dinamarca y Gran Bretaña.

Este grupo participó directamente en el conflicto de Siria a través de su propia milicia armada, denominada Brigada Ansar al-Khilafah, y a su vez mantiene fuertes conexiones con grupos terroristas, como es el caso de Jabath al Nusra.

Promueve con sus mensajes un fuerte sectarismo antioccidental que genera intolerancia y odio hacia los que señalan como los enemigos del islam y alienta a la comisión de comportamientos violentos.

En el caso de España, esta organización cuenta con implantación principalmente en Barcelona, donde existen individuos que protagonizan una labor proselitista encaminada a la captación y adoctrinamiento de nuevos adeptos que encajen en el modelo de combatiente pretendido por las organizaciones yihadistas.

De no apreciar el tribunal el delito de integración, el fiscal propone una condena alternativa de 7 años y medido por el delito de captación y adoctrinamiento terrorista. En ambos casos pide también para ellos una pena de 10 años de libertad vigilada y 15 años de inhabilitación absoluta. 

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