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Bélgica estrecha el cerco sobre el militar ultraderechista armado a la fuga

El martes se localizó su coche, sin placas de matrícula y con varias armas pesadas en su interior, en las inmediaciones del parque natural en el que hicieron batidas, sin éxito, unos 400 policías y militares.

Dispositivo para localizar a Jürgen Conings, un militar belga de extrema derecha, de 46 años, que el lunes 17 de mayo robó un lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas de un arsenal del Ejército.
Dispositivo para localizar a Jürgen Conings, un militar belga de extrema derecha, de 46 años, que el lunes 17 de mayo robó un lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas de un arsenal del Ejército.
DPA

Las fuerzas de seguridad belgas cerraron este jueves, de nuevo, el parque nacional de Hoge Kempen, en la región de Flandes, para intentar capturar al militar ultraderechista armado al que la policía y el ejército persiguen por el noreste del país desde hace diez días.

"Nos concentramos en tres puntos" de ese parque nacional de más de 12.000 hectáreas, informó a la prensa local la Fiscalía federal, después de que el pasado 19 de mayo también se cerrase ese mismo parque cercano a las fronteras de Países Bajos y Alemania para intentar atrapar al fugitivo.

Unos 250 uniformados y perros de rastreo intentan localizar a Jürgen Conings, un militar belga de extrema derecha, de 46 años, que el lunes 17 de mayo robó un lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas de un arsenal del Ejército y desapareció.

El martes se localizó su coche, sin placas de matrícula y con varias armas pesadas en su interior, en las inmediaciones del parque natural en el que hicieron batidas, sin éxito, unos 400 policías y militares.

Cuando trascendió la noticia, se supo que antes de esfumarse había amenazado a un conocido virólogo, Marc Van Ranst, que tuvo que ser trasladado a un lugar seguro por las fuerzas de seguridad.

Según varios medios locales de comunicación, el fugitivo dejó dos cartas a su familia en las que afirmaba que no podía seguir viviendo en una sociedad en la que políticos y virólogos "nos dicen cómo debemos vivir" y mencionaba varias veces a Van Randst, que fue inmediatamente puesto bajo protección junto con su familia en un lugar secreto.

En las misivas añadía que conocía los riesgos de su "misión" y que no le importaba morir. Además, dejó sus condecoraciones militares en la tumba de sus padres.

Las autoridades creen que Conings, que figura ya en la lista de las personas más buscadas de Interpol y del que se han distribuido abundantes fotografías, algunas de ellas en las que aparece musculado y cubierto de tatuajes, va armado y podría atentar.

Pero mantienen "todas las opciones abiertas" y no descartan que el fugitivo haya podido quitarse la vida, según informa la radiotelevisión pública flamenca VRT.

La caza del ultra, que investiga un juez de instrucción antiterrorista, ha sacudido la actualidad de Bélgica en los últimos días.

Por un lado, ha hecho patente la presencia de extrema derecha en el Ejército y el apoyo que le brinda parte de la sociedad y de los cuarteles.

La red social Facebook tuvo que cerrar el perfil de un grupo que presentaba a Conings como un héroe y que contaba con más de 40.000 seguidores, entre ellos algunos militares.

Por otro, la persecución ha colocado en una situación delicada a la ministra de Defensa, Ludivine Dedonder, pues el militar en cuestión había sido sancionado en el seno del Ejército por radicalización y era objeto de vigilancia por su proximidad con grupos de extrema derecha y sus potenciales actitudes terroristas.

A pesar de esas circunstancias, Conings pudo acceder a un arsenal militar y sustraer armamento, lo que ha provocado que se les haya revocado el acceso a los depósitos de armas a otros once soldados a los que también controlaba el Servicio General de Inteligencia y Seguridad Militar (ADIV) por su supuesta relación con grupos de ultraderecha. 

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