Trump ficha a laboratorios de la UE para garantizarse la vacuna contra el coronavirus

Francia, como ya antes hizo Alemania, denuncia que EE. UU. ha captado a una de sus farmacéuticas para tener preferencia sobre el primer remedio.

Decenas de países trabajan en ella
Decenas de países trabajan en ella

En el mundo de la investigación sanitaria, como ocurre también en el fútbol profesional, hay dos formas de hacerse con los mejores. O se invierte tiempo y dinero para formar a los profesionales más destacados o, por el contrario, se echa mano del talonario para hacerse con los servicios de las figuras que han sabido desarrollar otros.

Las pruebas apuntan a que la Casa Blanca de Donald Trump ha optado por la segunda vía. Si ya a mediados de marzo el Gobierno alemán acusó al presidente estadounidense de ofrecer grandes sumas de dinero a la compañía alemana CureVac (ubicada en Tubingen) por la exclusividad de la vacuna para la Covid-19 que ultima el laboratorio, ahora ha sido el Ejecutivo de Emmanuel Macron el que se siente robado. Las declaraciones del presidente de la farmacéutica francesa Sanofi, confesando que serviría primero al mercado estadounidense en caso de encontrar una vacuna contra el nuevo coronavirus, han desatado una oleada de indignación en Francia. El Gobierno lo considera "inaceptable" y la empresa se ha visto obligada a rectificar para calmar los ánimos.

La tormenta estallaba el miércoles después de que Paul Hudson, CEO del laboratorio, afirmara en una entrevista con Bloomberg que Washington "comparte el riesgo" de la investigación que lleva a cabo la compañía, por lo que la Administración norteamericana tendría derecho a la "mayor precomanda" en caso de encontrar una vacuna contra el Sars-Cov-2. Estados Unidos recibiría la vacuna en primer lugar porque "ha invertido para intentar proteger a su población" y así disfrutaría de la terapia con una ventaja de varios días o semanas antes que el resto del mundo.

Cuando las declaraciones de Hudson ya habían llegado a los titulares de la prensa gala, Sanofi quiso especificar en un comunicado enviado este jueves por la noche a varios medios de comunicación que la empresa "tiene capacidad de producción en Estados Unidos y en Europa", y que la "que se realiza en suelo americano sería principalmente destinada a aquel país, y el resto de nuestras capacidades de producción se adjudicaría a Europa, Francia y el resto del mundo".

Diferentes modelos

La polémica pone de manifiesto las diferencias de modelo entre Estados Unidos, donde prevalece una mayor cooperación entre lo público y lo privado, y Europa, donde se privilegia la investigación de los centros públicos. Sanofi colabora en suelo norteamericano con Barda (la autoridad para la investigación y el desarrollo avanzado en el ámbito biomédico) con el fin de intentar sacar adelante una vacuna. Según la empresa, la Comisión Europea se está movilizando en las últimas semanas para poner en marcha «medidas similares y acelerar el desarrollo de vacunas y su puesta a disposición para ciudadanos europeos». «Los americanos son eficaces en este periodo. La UE tiene que ser igual de eficaz ayudándonos a poner en disposición esta vacuna rápidamente», dijo ayer en el canal BFMTV su director en Francia, Olivier Bogillot.

"Sería inaceptable que se diera un acceso privilegiado a un país u otro bajo un pretexto pecuniario", señaló, por su parte, la secretaria de Estado de Economía, Agnès Pannier-Runacher, que contactó con el grupo farmacéutico. Su director en Francia le aseguró, al parecer, "que la vacuna sería accesible para todos los países, evidentemente también Francia", en cuanto hubiera capacidad de producción en el país.

Pero el mayor frente 'bélico' abierto por Estados Unidos ha sido con China. Trump lleva varios años en guerra comercial con el gigante asiático y el coronavirus ha incrementado su arsenal. Si hace unos meses culpó a Pekín de esconder el patógeno, ahora el presidente norteamericano afirma que presuntos 'hackers' chinos estarían tratando de robar información sobre vacunas y tratamientos. Incluso, en un paso más de su particular estrategia, insinuó en una entrevista que podría "cortar toda relación" con China y, aunque tiene buen trato con su presidente, "ahora mismo no quiero hablar con él".

El Ejecutivo que lidera XI Jianping no tardó en salir al pasos y pidió a Washington que se centre en salvar vidas en vez de difamar y extender rumores. En un comunicado, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, expresó además su "profundo rechazo y oposición al comportamiento de desprestigio por parte de Estados Unidos".

"A juzgar por los datos recopilados en el pasado", es Estados Unidos el que ha llevado a cabo los mayores robos cibernéticos a nivel mundial", según Zhao. Este, por el contrario, afirmó que su país ha logrado "grandes avances en la lucha contra el coronavirus y encabeza la lista de naciones que llevan a cabo investigaciones para hallar vacunas y tratamientos".

El portavoz chino añadió en este sentido que Pekín tiene "más motivos para preocuparse" por ver comprometidos sus datos a través de internet. China sigue siendo un "fuerte defensor de la ciberseguridad y una de las mayores víctimas de los ataques llevados a cabo por 'hackers'", recordó.

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