Por
  • J. L. Rodríguez García

Mentir

¿Hay derecho a mentir?
¿Hay derecho a mentir?
HERALDO

Ocurrió hace casi doscientos años cuando dos filósofos se enzarzaron en una polémica que todavía no se ha cerrado. Uno de ellos, envejecido, lleva pensando sobre el asunto décadas; el otro, busca cobijo donde mejor satisfacer sus gustos y, cuando responda al pietista Kant, el libertino Constant, cobijado al amparo de M. de Stäel, de quien asegura no sin cierta rechifla que es menos baja que alta, parece irritarse y osa replicar al Moisés de la filosofía alemana. El asunto parece trivial: ¿hay derecho a mentir? El alemán ha sentado una y otra vez el deber incondicionado de decir la verdad, apuesta que le parece absurda al político francés quien llegará a escribir que "el principio moral que declara ser un deber decir la verdad, si alguien lo tomase incondicional y aisladamente, tornaría imposible cualquier sociedad".

Una mentira de vez en cuando... Exigente en política, piensa Constant. Me viene a las mientes el asunto porque vivimos jornadas que parecen caracterizadas por la producción de mentiras constantes. La política se convierte en el juego absurdo de urdir la mentira más provechosa. Para qué decir la verdad si la ciudadanía permanece boquiabierta cuando escucha una mentira y, en cambio, se enfurece cuando escucha una verdad como un puño. Bajada de impuestos, construcción de vías de comunicación, auxilio a unos y otras. El circo mágico. Espero que muy pronto alguien prometa construir una pista de patinaje sobre hielo en Benavente. Hielo chino, claro...

Una mentira de vez en cuando... Exigente en política, piensa Constant. Me viene a las mientes el asunto porque vivimos jornadas que parecen caracterizadas por la producción de mentiras constantes. La política se convierte en el juego absurdo de urdir la mentira más provechosa. Para qué decir la verdad si la ciudadanía permanece boquiabierta cuando escucha una mentira y, en cambio, se enfurece cuando escucha una verdad como un puño. Bajada de impuestos, construcción de vías de comunicación, auxilio a unos y otras. El circo mágico. Espero que muy pronto alguien prometa construir una pista de patinaje sobre hielo en Benavente. Hielo chino, claro...

J. L. Rodríguez García es catedrático de Filosofía de la Universidad de Zaragoza

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