Casi al mismo tiempo que Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional, se autoproclamaba presidente interino de Caracas, la comunidad venezolana en Aragón salía a la plaza de España de Zaragoza para pedir un cambio en el país. El colectivo ha recibido con optimismo la acción contra el Gobierno de Nicolás Maduro, después de los que consideran años de crisis “humanitaria, económica y de valores” y de las últimas elecciones, que califican de “pantomima”. Esperan que España se sume a los países que han reconocido a Guaidó, liderados por Estados Unidos.

“Esta vez tenemos esperanzas porque se vislumbra una salida legítima para Venezuela”, afirma Ana Hernández, desde la Asociación de venezolanos en Aragón. La autoproclamación del presidente de la Asamblea Nacional, del partido opositor, asegura que estaría cubierta por los artículos 233 y 333 de la Constitución venezolana que recogen esta posibilidad en caso de “faltas absolutas” del presidente de la República o “revocación popular” y que mantienen la vigencia de la Carta Magna, con la que apareció ante los manifestantes Guaidó. Cree que a diferencia de otras ocasiones en las que ha habido protestas en la calle ahora “se han dado las condiciones porque existe un apoyo internacional”. Esperan que España se sume a los países que han respaldado la autoproclamación y apela a los “lazos históricos permanentes” que unen a los dos países. “Debe ser el pionero en la Unión Europea, históricamente ha sido así”, apunta, ante la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de esperar a que haya una posición común dentro de la UE.

Ante la situación que se vive ahora “lo que menos queremos es que haya más derramamiento de sangre”, afirma, atenta a las noticias que ya hablan de más de una docena de muertos en los choques. “Hay poblaciones en las que en estos momentos los manifestantes están siendo apoyados por la Guardia Nacional Bolivariana”, asegura. Pero lo que teme es al alto mando militar, al que pide “que se ponga en el lado correcto”.

"Ni para comer ni medicinas"

Las noticias que les llegan de sus familiares en Venezuela siguen siendo de situaciones muy difíciles. “Tengo amigos que no han soportado la crisis y han terminado suicidándose”, lamenta. Ella lleva 18 años en Zaragoza y es ciudadana española por tener origen español. Su hermana vino hace unos meses. Además de denunciar presiones en su puesto de funcionaria llegó un momento en que “no tenía ni para comer ni medicinas”, explica.

El número de venezolanos en Aragón es de unos 2.400, según los últimos datos del INE de 2017, la mayoría en Zaragoza, pero desde la asociación se considera que se habría “multiplicado por tres” desde entonces. “Muchos de los que llegan tienen doble nacionalidad y se cuentan como españoles retornados”. Lo más difícil es el cambio a “otra cultura, otra vida y otro clima”. Confiesa que “es difícil recuperarse de tantos años de miseria económica y en valores”. Pero asegura que los que llegan “se sienten libres” y “con el solo hecho de vivir seguros, sin estar mirando que te vayan a matar, ya están conformes”.