Por
  • Víctor Orcástegui

Renos en el túnel

Parece que la ola de calor llega a su fin.
Parece que la ola de calor llega a su fin.
Manuel Bruque / Efe

Las autoridades de tráfico noruegas tuvieron que advertir, la semana pasada, a los conductores que circulaban por el norte del país, de que tuvieran mucho cuidado al cruzar los túneles, muy numerosos en aquellas carreteras, pues era fácil que se encontraran con renos: los animalitos buscaban en esas cavidades un poco de frescor para aliviar el intenso calor imperante. Tanto Noruega como Suecia han registrado temperaturas superiores a 30 grados en zonas situadas por encima del círculo polar ártico, una circunstancia nada habitual. La ola de calor no solo ha afectado a España, se ha dejado sentir en el norte de Europa y, en realidad, por todo el hemisferio septentrional. Y si los españoles, acostumbrados a tórridos veranos, la sobrellevamos con paciencia, en otros países las cosas resultan bastante más complicadas. En Francia, por ejemplo, algunas centrales eléctricas han tenido que reducir su producción por falta de refrigeración y los trenes de alta velocidad han aminorado su marcha. Incluso se temía que los camiones dejasen surcos en un asfalto reblandecido por el sol inclemente. Parece que esta ola de calor remite; pero sabemos que vendrán más.