El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró hoy que está "abierto" a alcanzar un nuevo acuerdo "más amplio" con Irán que no se limite a su programa nuclear y que englobe todas "las actividades malignas" de los ayatolás, incluidas las que realizan en otros países de la región.

"Estoy abierto a alcanzar un acuerdo más amplio que aborde toda la gama de actividades malignas del régimen, incluido su programa de misiles balísticos y su apoyo al terrorismo", afirmó Trump, según un comunicado de la Casa Blanca.

El mandatario firmó hoy una orden ejecutiva para reimponer ciertas sanciones a Irán a partir de la próxima medianoche como fruto de su decisión de mayo de retirar a su país del acuerdo nuclear suscrito en 2015 por Irán y el G5+1, integrado por Rusia, China, el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Alemania.

A las 00.01 hora local del martes (04.00 GMT), Washington penalizará de nuevo el comercio de oro, metales preciosos y otros, entre los que se incluye el aluminio y el acero, reimpondrá sanciones al sector automotriz de Irán y prohibirá las transacciones financieras relacionadas con el sistema de ferrocarriles.

Asimismo, impedirá que Teherán adquiera dólares estadounidenses e impondrá sanciones a aquellos que compren o faciliten la emisión de deuda soberana iraní.

Trump avisó de que "los individuos o entidades que no cancelen sus actividades con Irán corren el riesgo de sufrir graves consecuencias" y aseguró que Washington ha estado trabajando con otras naciones para aislar económicamente a Teherán, forzando a compañías extranjeras a que cierren sus negocios en el país.

"Me complace -dijo Trump- que muchas empresas internacionales ya hayan anunciado su intención abandonar el mercado iraní y varios países hayan indicado que reducirán o terminarán con las importaciones de crudo iraní".

Según indicó hoy un funcionario estadounidense de alto rango, unas cien empresas han anunciado ya su deseo de dejar Irán, especialmente por la incertidumbre en los sectores energético y financiero.

La de hoy es la primera ronda de sanciones contra Irán que reimpone Estados Unidos, que tiene previsto implementar en noviembre el resto, entre ellas las transacciones financieras con el Banco Central de Irán y la venta de petróleo, una de las principales fuentes de divisas del país.