Al menos trece efectivos de las fuerzas gubernamentales sirias murieron este sábado en combates y un atentado contra la facción Ejército Jaled bin Walid, vinculado al grupo terrorista Estado Islámico, en el oeste de la provincia de Deraa donde los extremistas controlan la cuenca del río Yarmuk.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó este sábado en un comunicado de que la intensidad de los enfrentamientos y los ataques terrestres y aéreos entre las dos partes ha aumentado en el oeste de Deraa y que ocho de los fallecidos perdieron la vida tras el estallido de un coche bomba en esta zona.

Mientras tanto, los aviones de combate sobrevuelan la cuenta de río Yarmuk acompañados por los disparos de obuses de artillería y misiles.

Por otra parte, Las fuerzas siria gubernamentales y sus aliados se han desplegado a lo largo de la línea adyacente a los Altos del Golán sirio ocupados por Israel, ampliando su control en la vecina provincia de Al Quneitra tras la salida de la primera tanda de los últimos combatientes rebeldes que quedaban en la región.

Las fuerzas leales a Damasco se desplegaron en las últimas 24 horas también en otros pueblos y colinas extendiendo su poder en la mayor parte de Al Quneitra, excepto el sector norte donde hasta el momento no ha entrado.

Unos 55 autobuses con rebeldes y civiles de las últimas zonas que quedaban en poder de la oposición siria en el sur del país salieron este sábado de Al Quneitra en dirección a la provincia de Idleb (norte), controlada por fuerzas opositoras e islamistas.

Se trata de la primera tanda de rebeldes y civiles que partieron de la localidad de Um Batna, en Al Quneitra, donde se reunieron todos los que rechazaron el acuerdo de capitulación alcanzado el pasado jueves por las fuerzas gubernamentales y los rebeldes, y que ordenó la salida de quienes rechazan el pacto hacia el norte de Siria.