El golfista estadounidense Tiger Woods se declaró culpable este viernes de conducción temeraria y evitó ir a la cárcel después del incidente del pasado mes de mayo, cuando fue detenido al volante bajo la influencia del alcohol y drogas.

Woods compareció en el juzgado de Palm Beach (Florida) y se declaró culpable, para admitir una pena de un año de libertad condicional. Además, el ganador de 14 'Grand Slams' tendrá que asistir a un curso para conductores bajo la influencia de drogas.

'El Tigre' fue detenido alrededor de las 3 de la madrugada cerca de su casa, inconsciente con su coche colisionado, en el pueblo de Isla Júpiter y puesto en libertad horas después, por lo que el defendió una mala reacción a la mezcla de medicamentos.

El golfista tendrá que pagar una multa de 250 dólares y cumplir 20 horas de servicio comunitario, además de asistir a un taller donde las víctimas de conductores con problemas detallan cómo se dañaron sus vidas. Al dar positivo en marihuana y distintos medicamentos, Woods tendrá que acudir a exámenes regulares de drogas.

El golfista yanqui no compite desde el pasado mes de febrero por culpa de su recurrente lesión en la espalda, aunque en los últimos meses sus entrenamientos han ido dando señales de que trabaja para volver a los campos.