La Policía de la localidad de Las Vegas, donde tuvo lugar el 1 de octubre la masacre que se saldó con 58 muertos y más de 500 heridos, ha señalado este viernes que al menos 45 personas continúan ingresadas en varios hospitales de la zona por las heridas sufridas durante el tiroteo.

Las fuerzas de seguridad han indicado que 546 resultaron heridas -algunas de gravedad- cuando Stephen Paddock abrió fuego contra una multitud durante un concierto del grupo de country Josh Abott Band enfrente del hotel Mandalay Bay.

Por otra parte, el sheriff del condado de Clark, Joseph Lombardo, ha rechazado las informaciones previas sobre el tiempo transcurrido entre el tiroteo y el disparo recibido por el guardia de seguridad del hotel Jesús Campos, que se encontraba revisando un detector de humos en la misma planta en la que se encontraba Paddock antes de que éste abriera fuego contra los asistentes al concierto.

Lombardo ha asegurado que no transcurrieron seis minutos desde que Campos fue herido hasta que el tirador abrió fuego desde la ventana de su habitación y ha vuelto a destacar que la Policía actuó con la mayor rapidez posible dadas las circunstancias.

El sheriff ha indicado que apenas transcurrió el tiempo entre un disparo y otro. La teoría sobre el lapso de seis minutos entre los disparos había generado dudas sobre la efectividad de la actuación policial.