José Luis Rodríguez Zapatero ha jugado un papel decisivo en la liberación de Leopoldo López. El expresidente lleva meses mediando entre el Gobierno de Maduro y la oposición junto a otros antiguos mandatarios como el dominicano Lionel Fernández o el panameño Martín Torrijos, un esfuerza que ayer dio en parte sus frutos.

Zapatero viajó a Caracas el pasado miércoles, motivo por el cual tuvo que adelantar su salida del encuentro de expresidentes organizado por Vocento. Aznar incluso le despidió con un "ten cuidado". Entonces trascendió su destino, pero el no el objetivo que tenía. El exlíder del PSOE ha visitado en varias ocasiones al líder opositor encarcelado, tres en el último mes y medio. Incluso transmitió a López la oferta de Maduro de cumplir condena domiciliaria, una posibilidad que en principio rechazó -"debo ser el último en salir", dijo en un primer momento-, pero que ahora ha aceptado.

La labor de Zapatero en Venezuela cuenta con el pleno respaldo del Gobierno español. Según reconoció el ministro Alfonso Dastis, una de las primeras instrucciones de Rajoy cuando le encomendó la cartera de Exteriores fue apoyar al expresidente en todo lo que pidiera.

Zapatero expresó ayer su satisfacción por el avance alcanzado. "Es un paso muy positivo instado por el Gobierno del presidente Maduro, en el marco de la Comisión por la Verdad, que debería permitir avanzar en favor de la paz y de la convivencia democrática en beneficio de todos los venezolanos", afirmó.

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, expresó su deseo de que la excarcelación de López suponga "un primer paso" en el proceso de "reconciliación nacional" y para la liberación de todos los presos políticos en Venezuela. "Valoramos lo ocurrido como un paso en la buena dirección", recalcó Rajoy.