Batalla campal entre policías e internos de un correccional de menores en Guatemala

Según denuncian los jóvenes, sus monitores les pegan, les dan comida en mal estado y les tienen encerrados la mayor parte de la semana.

Batalla campal entre policías e internos de un correccional de menores en Guatemala.
Batalla campal entre policías e internos de un correccional de menores en Guatemala.
Efe

Un grupo de internos que se amotinaron este lunes en un correccional de menores de Guatemala han protagonizado una batalla campal con la policía, a la que han lanzado palos, hierros y cualquier objeto que han encontrado a su paso.

Después de huir del Centro Las Gaviotas, situado en la zona 13 de la capital, los internos, muchos de ellos ya mayores de edad, entraron en una bodega aledaña al centro de reclusión en la que se apropiaron de varios litros de cerveza.

La policía, que responde lanzando gas lacrimógeno, ha logrado detener a varios de los amotinados, pero muchos otros siguen en los techos cercanos pidiendo que se cumplan sus peticiones, entre ellas mejorar las condiciones en las que viven recluidos.

Según denunciaron varios de ellos, los monitores les pegan, les dan comida en mal estado y los tienen encerrados la mayor parte de la semana.

Los jóvenes también exigen poder vestir ropa de calle, que no se les corte el pelo y que se les permitan visitas conyugales.

El motín al parecer comenzó por la mañana después de que varios fiscales abrieran un proceso al comprobar que en dos dormitorios aparecieron "colgados de sábanas" los cuerpos sin vida de dos internos, ambos de 18 años.

Las autoridades desconocen aún el número de reclusos que logró escapar, mientras en los alrededores, cerrados al tráfico, hay agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), miembros del Ejército, bomberos y personal de varias instituciones, como el Ministerio Público (MP-Fiscalía) o la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH).

El correccional tiene una capacidad para 250 internos pero albergaba a 460 en octubre de 2016, cuando la PDH emitió su último informe.

Según ese escrito, en estas instalaciones hay "dormitorios" que por sus características -tamaño, iluminación y ventilación- podrían considerarse "calabozos, celdas de castigo o aislamiento", que se utilizan para "la fase de adaptación" y para "los que se portan mal".

El documento, que analiza las condiciones de los cuatro centros estatales para menores, señala que los 460 reclusos, la mayoría entre los 16 y 17 años, solo disponen de ocho sanitarios.

Los últimos meses se han producido varios incidentes en diversos correccionales de Guatemala, que provocaron muertos y heridos.

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