Putin recurre a la ironía al ofrecerle asilo al exdirector del FBI

El presidente ruso comparó el caso de Comey con el de Edward Snowden.

Comey en una foto de archivo.
Comey durante su declaración.
Agencias

El presidente ruso, Vladímir Putin, recurrió hoy a la ironía en medio del escándalo por la presunta obstrucción a la justicia del presidente de EEUU, Donald Trump, al ofrecerle asilo al exdirector del FBI, James Comey.

"Si, al respecto, sufre alguna clase de persecución, nosotros estamos dispuestos a otorgarle asilo político en Rusia. Él debe saberlo", dijo Putin en su tradicional Línea Directa con la ciudadanía.

Putin respondió así a la enésima pregunta sobre la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses y subrayó que Comey, en su reciente comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, "no aportó pruebas".

"Habló de que nosotros influimos en las mentes" de los estadounidenses para que votaran de una manera determinada, dijo Putin, que resaltó que "eso ocurre en todo el mundo con la permanente propaganda de EEUU".

En un claro gesto de hartazgo con la insistencia en acusar al Kremlin de estar detrás de la victoria electoral de Trump, el líder ruso recomendó coger "un globo terráqueo, marcar cualquier punto del planeta y allí habrá intereses e influencia estadounidense".

"Esto lo sé por las conversaciones que mantengo prácticamente con todos los líderes mundiales. Sólo que no quieren enemistarse con EEUU y nadie lo admite públicamente", agregó.

Aunque no llegó a mencionar a Trump ni el escándalo que le rodea, Putin consideró "muy extraño" que el que fuera jefe del FBI grabara conversaciones con el propio presidente sobre la injerencia rusa para luego filtrárselas a la prensa "a través de un amigo".

Putin comparó los casos del ex agente Edward Snowden, al que Rusia concedió asilo en 2013 tras haber revelado una trama de escuchas de los servicios secretos de EEUU, con el de Comey, que grabó una conversación con Trump.

"¿En qué se diferencia entonces del señor Snowden? (Si es verdad que grabó y lo dio a los medios), entonces no era un jefe de los servicios secretos, era un defensor de los derechos humanos que defiende una posición determinada", afirmó.

Putin también criticó la nueva partida de sanciones contra Rusia aprobadas por el Senado estadounidense, que consideró la continuación de los intentos desde tiempo inmemorial de contener a su país.

"Sin motivo alguno de nuevo empiezan a hablar de sanciones. Esto es, por supuesto, ejemplo de las luchas políticas internas en EEUU", dijo y recordó que los países occidentales perdieron el doble que Rusia (100.000 millones de dólares frente a 52.000) por las sanciones.

Con todo, abogó por una cooperación constructiva con la Casa Blanca en la solución de conflictos, sea en Ucrania, Siria u Oriente Medio, pero también la lucha contra la pobreza, la proliferación de armas de destrucción masiva y el cambio climático.

"El problema sirio, el conflicto en Oriente Medio. Es evidente para todos que sin un trabajo conjunto y constructivo no lograremos nada", subrayó y aseguró que EEUU no es un "enemigo" ni para él ni para el pueblo ruso.

La anécdota de la decimoquinta conexión en directo con los ciudadanos, que en esta ocasión se prolongó durante cuatro horas, fue que en pantalla aparecieron numerosas preguntas capciosas enviadas por mensaje de texto sobre si dimitirá pronto o ya ha elegido sucesor.

Aunque evitó responder a las preguntas más sensibles y no llegó a confirmar si se presentará a la reelección en marzo de 2018, sí aseguró que aún sigue trabajando, pero que "llegado el momento" no ocultará sus preferencias sobre quien debe ser su heredero en el Kremlin.

Eso sí, no dudó en criticar veladamente al líder de la oposición, Alexéi Navalni, por organizar este lunes, coincidiendo con el Día de Rusia, protestas masivas no autorizadas y de aprovechar el descontento popular para desafiar al Kremlin.

Además, en declaraciones ya a la prensa, no tuvo reparos en acusar a la cadena BBC de apoyar abiertamente a Navalni, considerado el único político que puede hacer sombra a Putin, pero al que la Justicia ha inhabilitado como candidato tras ser condenado por estafa.

"Estoy dispuesto a hablar con todos aquellos que se proponen mejorar la vida de la gente (...) y no utilizan los problemas existentes para la autopromoción política", dijo sobre Navalni, que cumple 30 días de arresto por unas protestas que acabaron con más de 1.500 detenidos en todo el país.

Putin cree que el objetivo del hombre que gane las elecciones presidenciales y que gobernará Rusia hasta 2024 es "acabar con la miseria, con los barracones y con la vivienda en estado ruinoso".

Al respecto, dio por superada la recesión en la que se encontraba sumida la economía rusa desde finales de 2014, aunque reconoció el aumento de la pobreza, que afecta a unos 20 millones de rusos debido a la caída de los ingresos por la exportación de hidrocarburos.

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