La ONU y EE. UU. condenan el "bárbaro" ataque contra un convoy de evacuación

Transportaba 5.000 civiles y milicianos evacuados fue atacado con un coche bomba que mató a más de 100 personas.

Explosión de un coche bomba contra un convoy de evacuación en Alepo
Explosión de un coche bomba contra un convoy de evacuación en Alepo
Reuters/AFP

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha condenado este domingo el atentado perpetrado ayer contra un convoy de evacuados chiíes en las inmediaciones de la ciudad siria de Alepo que ha dejado al menos 112 muertos y decenas de heridos.

"Condenamos el atentado de ayer contra los 5.000 evacuados que viajaban desde Al Fua y Kefraya para llegar a zonas bajo control del Gobierno sirio, y expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas", según el comunicado de la Secretaría General de la ONU.

"Pedimos a todas las partes que garanticen la seguridad de quienes esperan a la evacuación y pedimos que los responsables del ataque sean llevados ante la justicia", ha añadido la nota.

Estados Unidos también ha condenado el "bárbaro ataque" cometido contra civiles inocentes, entre ellos mujeres y niños, que se ha cometido en Alepo, según una nota del portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, recogida por 'The Hill'.

"Deploramos", concluye la nota, "cualquier acto que empodere a los extremistas de todas las partes en conflicto y alimente la migración forzada, aumente los desplazamientos y cualquier forma de violencia contra civiles en Siria".

El último balance del atentado, proporcionado por la red de activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, matiza que de los 112 fallecidos, 98 son evacuados y el resto son integrantes de la Media Luna Roja y combatientes progubernamentales que protegían la caravana.

También el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Stephen O'Brien, dijo este domingo que estaba "horrorizado" por el sangriento atentado de ayer contra el convoy que transportaba civiles y milicianos evacuados de dos pueblos en Siria.

"Estoy horrorizado por las noticias de que decenas de personas, incluyendo civiles, fueron asesinados tras una explosión cerca de su convoy durante una evacuación de las ciudades asediadas de Fua y Kefraya", dijo O'Brien en un comunicado.

El alto funcionario transmitió su "más sentido pésame" a las familias de las víctimas.

Los cerca de 5.000 civiles y milicianos evacuados este viernes de los pueblos chiíes de Fua y Kefraya, en la provincia siria de Idleb (noroeste), fueron blanco el sábado de un ataque con coche bomba, que causó más de un centenar de víctimas mortales y decenas de heridos.

La Defensa Civil Siria aseguró que ha recuperado más de 100 cadáveres del lugar donde se produjo la explosión y que está prestando asistencia a más de 50 heridos.

La evacuación dio comienzo el viernes en virtud de un acuerdo alcanzado en marzo entre el grupo chií libanés Hizbulá e Irán, aliados de Damasco, y la facción siria Ejército de la Conquista, y que fue auspiciado por Catar.

Las dos localidades han estado sitiadas durante meses por fuerzas opositoras y el acuerdo de evacuación se enmarca en uno mayor por el cual también se llevarán a cabo salidas de combatientes rebeldes y sus familias de las localidades de Madaya y Al Zabadani, ubicadas al noroeste de la capital siria y bajo sitio de las fuerzas gubernamentales.

O'Brien recordó que la ley humanitaria internacional "es clara" al diferenciar los combatientes de los civiles, y recordó a todas las partes en conflicto que deben respetar esta norma.

El alto cargo de la ONU recordó que esta institución no está involucrada en el acuerdo de evacuación pero se mostró listo para poder ayudar en el proceso y para asistir a las víctimas del atentado.

Acusaciones al Gobierno de Damasco

Varios grupos y organizaciones opositoras acusaron este domingo al Gobierno de Damasco de estar detrás del atentado de ayer contra un convoy de evacuados cerca de la ciudad de Alepo (noroeste).

El opositor Comité Político de la provincia de Idleb recordó que la explosión se produjo cuando los autobuses con desplazados de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya estaban aparcados en Al Rashidín, al oeste de Alepo y que separa las áreas en poder rebelde de las que están en manos de las autoridades.

En un comunicado, dicho comité recordó que esos autobuses estaban escoltados por vehículos de los rebeldes, cuando un coche bomba estalló, causando la muerte de civiles, insurgentes y de personal médico que acompañaba la caravana.

El comité acusó en su nota al "régimen de estar detrás del ataque para distraer al mundo de sus crímenes horribles, incluida la masacre de Jan Shijún", en referencia al supuesto bombardeo químico contra esta población del pasado 4 de abril.

Asimismo, pidió a la comunidad internacional que intervenga para proteger a los civiles.

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