La misteriosa desaparición de los cuatro miembros de la familia Troadec en el noroeste de Francia vivió este domingo un giro al anunciar la Fiscalía que se hallaron restos de sangre en su domicilio, tras diez días sin noticias de ninguno de sus miembros.

Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, pero este nuevo hallazgo les invita a pensar que hubo una escena de violencia en la vivienda, una casa solariega de Ovrault, a las afueras de Nantes.

Desde el pasado día 16 no se tienen noticias de los Troadec, una pareja con dos hijos de 21 y 18 años, descritos por el vecindario como una familia normal con pocas relaciones con el resto de los habitantes del pueblo.

Además de la sangre, en la casa se han encontrado las camas deshechas y no hay sábanas. Según los investigadores, había platos en el fregadero y ropa húmeda en la lavadora, como si la actividad se hubiera detenido de forma repentina.

Los teléfonos móviles no están activados y los dos coches de los padres están en la casa, al contrario que el del hijo mayor, que está siendo activamente buscado por la policía.

La Fiscalía ha abierto una investigación por presuntos homicidios, desaparición y secuestro.