Turquía carga contra la izquierda kurda tras el atentado de Estambul

Se han producido más de doscientas detenciones tras el ataque que causó 44 muertos.

Erdogan visita a uno de los heridos en el atentado.
Erdogan visita a uno de los heridos en el atentado.
Afp

Las fuerzas de seguridad turcas han cargado duramente contra el HDP, el partido de la izquierda prokurda, deteniendo a cientos de sus miembros y dirigentes, en reacción al atentado del sábado en el que murieron 44 personas y que ha sido reivindicado por un grupo radical kurdo.


La que ha sido la mayor oleada de detenciones contra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), la tercera fuerza del Parlamento, llegó un día después de que el Gobierno prometiera "venganza" por el doble atentado suicida cometido por los Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK) ante el estadio de Besiktas en Estambul.


El saldo de víctimas mortales, que no ha parado de crecer desde el sábado, es ya de 44, entre ellas 36 policías, según los últimos datos del Ministerio de Salud, mientras que aún permanecen en los hospitales 90 de los más de 150 heridos.


La policía empezó esta madrugada a practicar detenciones de miembros o supuestos simpatizantes del HDP en once provincias y por la tarde había detenido ya a 235 personas, según anunció el Ministerio de Interior.


Las acusaciones van desde la de "pertenecer al Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK)", la guerrilla kurda, hasta la de "hacer propaganda de organizaciones terroristas en las redes sociales" o "insultos contra el presidente, las instituciones y las fuerzas de seguridad", entre otras.


El propio HDP confirmó en un comunicado que ha tenido noticia de la detención de 237 miembros y dirigentes del partido.


Los agentes llevaron a cabo redadas simultáneas en las oficinas del partido, donde se incautaron de ordenadores y documentación.


En Ankara detuvieron a 18 personas, entre ellas al dirigente provincial del HDP, Ibrahim Binici, y en Estambul a 20, entre ellas Aysel Güzel, la jefa provincial de esta formación política.


Casi la mitad de los detenidos corresponden a las provincias meridionales de Mersin y Sanliurfa, donde los sospechosos están acusados de ser miembros del PKK, pese a que la guerrilla kurda no realiza actividades armadas en estas regiones.


El diario progubernamental "Sabah" describe las redadas con el titular "Duro golpe al terrorismo en las redes sociales".


Ese medio deja claro que muchos de los sospechosos han sido detenidos por enviar en los medios sociales mensajes que no mostraban "nada de tristeza" ante el atentado, describían el momento como "un día bonito", pedían "muerte a la policía" o ensalzaban el TAK.


La policía investiga cientos de cuentas en Twitter y ha pedido a los ciudadanos que avisen a su departamento de crímenes informáticos si detectan en las redes sociales mensajes de respaldo a grupos terroristas, según la agencia Anadolu.


Gran parte de la prensa difunde el retrato y la identidad de una joven que fue arrestada tras tuitear: "Son antidisturbios... pues se lo merecen" y en cuya cuenta social se hallaba una fotografía donde posaba con un diputado del HDP.


Aunque el atentado fue reivindicado por el TAK, que se presenta como un grupo radical escindido del PKK, gran parte de la ciudadanía considera, al igual que el Gobierno, que estas siglas no son más que una "marca subsidiaria" de la guerrilla para reivindicar atentados especialmente sangrientos.


De ahí la animadversión hacia el PKK y, por extensión, hacia el HDP, al que el Gobierno tilda a menudo de "brazo político del PKK", aunque este partido condenó el atentado "de forma tajante".


Un comunicado del HDP recordó que las sedes del HDP llevan tiempo bajo estricto control policial, con vehículos de la policía antidisturbios vigilando sus puertas, por lo que sería absurdo relacionarlas con el atentado.


"¿A esto os referíais cuando hablabais de venganza?" pregunta el texto dirigiéndose al Gobierno.


El ministro de Interior, Süleyman Soylu, aseguró que "de inmediato, una de las tareas prioritarias de las fuerzas de seguridad de Turquía será vengarse de quienes han hecho esto", en relación al atentado.


"Sea en la tierra, en el aire, en el mar, donde sea que se refugien, la nación turca no dejará olvidada esta sangre", dijo el ministro en un funeral en Estambul.


La tensión social se ha agudizado y en Estambul una persona arremetió a gritos contra varios cónsules extranjeros que acudieron a colocar flores al lugar del atentado, tildándolos de "asesinos", en una exacerbación de la postura del Gobierno turco, que acusa a los países de la Unión Europea de ofrecer refugio al PKK.


El diario "Sabah" informa de que durante un funeral de un agente en la conservadora ciudad de Kayseri, los familiares destrozaron una corona de flores enviada por la oficina local del partido socialdemócrata CHP, en la oposición, pese a que éste nunca se ha mostrado indulgente con la guerrilla kurda.

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