Los policías que mataron a un negro desarmado en Los Ángeles demandan a la ciudad por discriminación racial

Los agentes Sharlton Wampler y Antonio Villegas han señalado que han sido relegados a desempeñarlabores administrativas.

Los dos policías que mataron en 2014 a Ezell Ford, un joven afroamericano desarmado, han presentado una demanda contra la ciudad de Los Ángeles, alegando discriminación por parte de sus superiores al haber reducido sus funciones e impedirles ejercer cualquier tipo de trabajo de calle.


Los agentes Sharlton Wampler y Antonio Villegas han señalado que, a pesar de que actuaron según el protocolo cuando dispararon contra Ford, han sido relegados a desempeñar únicamente labores administrativas y que no pueden, además, optar a ningún tipo de vacante.


La muerte de Ford, un joven negro de 25 años diagnosticado con desorden bipolar y esquizofrenia, tuvo lugar dos días después de que se produjera la muerte de Michael Brown en Ferguson a manos de la Policía, un caso que provocó manifestaciones en todo el país contra el abuso de poder por parte de las fuerzas de seguridad.


A pesar de que las cintas del departamento de Policía muestran a un posible asiáticoamericano, Wampler es descrito en la demanda como caucásico, mientras que Villegas es latino. Ambos agentes han denunciado que, desde que presentaron varias quejas en agosto de 2015, sus funciones dentro del cuerpo policial se han visto cada vez más reducidas.


"Estudiaremos el caso. Actualmente no podemos decir nada más", ha indicado Rob Wilcox, portavoz de la Fiscalía de la ciudad de Los Ángeles. Wampler y Villegas eran miembros de una unidad antibandas de la división Newton del departamento de Policía de Los Ángeles cuando se toparon con Ford, que según Wampler intentó obtener su arma. Villegas abrió fuego contra el sospechoso antes de que Wampler le disparara por la espalda.

El jefe de la Policía de la ciudad, Charlie Beck, concluyó que tanto Wampler como Villegas habían actuado según lo establecido por el cuerpo policial. Los investigadores, por su parte, encontraron restos de ADN de Ford en el arma de Wampler, lo que respaldaba la versión del agente.


Sin embargo, la Comisión de la Policía que supervisaba el caso rechazó en junio de 2015 las afirmaciones llevadas a cabo por Beck y señaló que Wampler violó la política del departamento al hacer uso de la fuerza cuando no había siquiera motivos suficientes para detener a Ford. La comisión determinó que la actitud de Villegas, que sólo pretendía proteger a Wampler, fue la adecuada dadas las circunstancias.


Los agentes han acusado a la comisión de estar formada por "un grupo de políticos inexpertos" y han señalado, como prueba de discriminación racial, a un agente negro que ha sido ascendido después de haberse visto involucrado en un tiroteo con víctimas mortales. "Está claro que hay diferentes consecuencias dependiendo del color de cada uno", han manifestado.

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