"Cualquier parecido con personas reales no es fortuita, es en puridad el hecho de personas reales que se comportan como en mi libro". La advertencia aparece en la novela 'Dawa' publicada en marzo de 2014 por el escritor francés afincado en Estados Unidos Julien Suadeau (Evreux, 1975). En ella relata seis atentados yihadistas simultáneos en París un viernes 13. Real como la muerte misma. "Habían elegido una fecha que hablaba a la subcultura imbécil en la que nadaban desde el nacimiento", escribía.

La trama se desarrolla en plena campaña electoral. Los ataques en París se produjeron en vísperas de las elecciones regionales de diciembre. La única diferencia es que en la ficción los objetivos eran las estaciones de tren. Demasiados parecidos con la realidad. "Presentía que algo como esto, de esta naturaleza y de esta envergadura, sucedería tarde o temprano en Francia", reflexiona ahora el autor adivino de una obra que "no era una novela policíaca de política-ficción; era mi manera de avisar".

Desde Filadelfia, donde enseña francés en un colegio, Suadeau ha explicado al semanario 'L'Obs' que "no quería ser premonitorio, profético ni visionario". "Quería, con la perspectiva que me daba la distancia geográfica, captar mi Francia en todas sus convulsiones y en todos las capas de la sociedad", añade.

Cuando el pasado viernes se enteró del baño de sangre, constató que "el escenario catastrófico que había imaginado en mi libro se había hecho realidad con víctimas reales, bombas reales y matones reales. 'Hay que destruir París', juraban mis terroristas de papel. En efecto, París, mi ciudad, se encontraba a sangre y fuego de verdad", expone. "El único autor que valga, en un mundo sin dios, es el terrorista. Son los terroristas de la noche del viernes los que han creado la realidad en la que ahora vivimos", reflexiona.