París y Moscú redoblan su ofensiva sobre el corazón del EI en Siria

Francia vuelve a bombardear posiciones del Estado Islámico por tercer día consecutivo, coincidiendo con el inicio de los intercambios diplomáticos entre París, Washington, Bruselas y Moscú para formar una gran única coalición.

Nuevo bombardeo de Francia sobre Siria
Nuevo bombardeo de Francia sobre Siria
Agencias

El presidente ruso, Vladímir Putin, que llevaba desde septiembre llamando sin demasiado éxito a la creación de una coalición internacional única contra el Estado Islámico (EI), está empezando a ver ahora que tal idea puede llegar a cuajar. De momento, va a contar con Francia como aliada. Dos tragedias han propiciado tal entendimiento, el derribo del Airbus ruso sobre la Península del Sinaí y los atentados del viernes en la capital francesa.


París y Moscú intensificaron sus bombardeos sobre el feudo del EI en Raqqa mientras el portaaviones 'Charles de Gaulle' y otros navíos galos navegan ya hacia la zona. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, informó de que el número de incursiones aéreas sobre Siria "se ha duplicadoç". Durante la jornada alcanzaron los 127 vuelos. Anoche, nuevos bombardeos golpearon el bastión sirio del Estado Islámico. Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, un organismo con sede en Londres pero con presencia sobre el terreno, tanto Rusia como Francia atacaron Raqqa desde el aire durante la jornada.


Además, Francia ha bombardeado por tercera noche consecutiva posiciones del EI, según ha confirmado el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian.


En total, según indicó en una entrevista concedida a la cadena "TF1", se han movilizado diez cazas del Ejército galo, que mantienen su objetivo en esa región, considerada el feudo de los yihadistas en ese país.


Putin y su homólogo francés, François Hollande, hablaron por teléfono. Se verán en persona en Moscú la semana que viene, el jueves día 26. Después de la conversación con el presidente galo, el jefe del Kremlin dio orden a la cúpula militar rusa de coordinar con Francia, país al que califica de "aliado", los ataques aéreos contra el Estado Islámico.


El líder ruso intervino ante la Asamblea General de la ONU el pasado 28 de septiembre para proponer a la comunidad internacional la formación de un bloque mundial contra el terrorismo yihadista, pero su colega estadounidense, Barack Obama, le echó un jarro de agua fría cuando condicionó tal iniciativa a que el máximo dirigente sirio, Bashar el-Asad, abandone el poder, algo inadmisible para Moscú, al menos en este momento del conflicto en el país árabe.


Así que, de forma unilateral, Rusia comenzó su campaña aérea en Siria el 30 de septiembre. La figura de El-Asad se ha interpuesto desde entonces en la búsqueda de un entendimiento entre Moscú y Washington. Lo máximo a lo que han llegado ambos países ha sido a informarse mutuamente de sus planes de vuelo para evitar incidentes graves y no interferir en sus respectivas operaciones.Otro tono con EE UU


Ahora, después de la catástrofe del Airbus ruso que Moscú por fin atribuye a una bomba del EI y de los atentados de París, puede apreciarse otro tono, que ya se hizo visible en la reciente cumbre del G-20 de Antalya. En contra de lo previsto inicialmente, Putin y Obama se entrevistaron. A Rusia solo le faltaba encontrar el momento más oportuno para confirmar que lo sucedido sobre el Sinaí fue una acción terrorista y ahora se dispone a pisar a fondo el acelerador en su lucha contra la barbarie yihadista teniendo a París de su lado.


La tercera ronda de bombardeos francesa coincide con el inicio de los intercambios diplomáticos entre París, Washington, Bruselas y Moscú para formar una gran y única coalición internacional contra la organización terrorista.


"Puede que esa gran coalición sea posible porque ha evolucionado", añadió Le Drian, que se felicitó de la postura del presidente ruso.


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