Rusia golpea a los rebeldes sirios también desde el mar Caspio...

El Ejército sirio avanzó por primera vez contra las posiciones de los rebeldes con abundante apoyo aéreo ruso, en total casi 40 incursiones. La operación, la más importante desplegada hasta ahora desde que Moscú se implicó en la guerra, hace ahora justo una semana, incluyó también el uso de cuatro navíos de la Armada rusa.

Estos barcos, según informó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, se encontraban a una distancia de unos 1.500 kilómetros, en el mar Caspio, y efectuaron 26 disparos de misiles de crucero de la clase 'Kalibr' contra once objetivos "pertenecientes al Estado Islámico". Según Shoigú, todos ellos fueron destruidos "sin provocar víctimas civiles".

Esta gran ofensiva comenzó a primera hora de la mañana con una demoledora ola de bombardeos rusos sobre el norte de la provincia de Hama y en toda la de Idlib, dominada principalmente por islamistas del Frente al-Nusra, la filial de Al-Qaida en Siria, y otros grupos yihadistas. De manera paralela, tropas sirias avanzaban para hacer retroceder a los insurgentes. Los territorios de Hama e Idlib son vecinos de Latakia, bastión del régimen alauí de Bashar el-Asad y en donde los rusos han desplegado su principal base aérea.

La acometida vino precedida de una noche de bombardeos que, según el Ministerio de Defensa ruso, atacaron doce objetivos del Estado Islámico, en las inmediaciones de la ciudad de Deir Ezor (este), además de las provincias de Latakia, Damasco e Idlib.

El presidente ruso, Vladímir Putin, que cumplió 63 años y lo celebró jugando al hockey, anunció que los ataques aéreos en Siria están siendo un "éxito" y que se intensificarán todavía más en apoyo de las tropas de El-Asad. "Sabemos hasta qué punto las operaciones de este tipo son complicadas. Y, por supuesto, aún es pronto para sacar conclusiones, pero lo que se ha hecho hasta ahora merece una muy buena apreciación", manifestó el líder del Kremlin en compañía de Shoigú, quien señaló que, desde que comenzó la campaña rusa en Siria el pasado 30 de septiembre, "los ataques han golpeado un total de 112 objetivos".

Sin embargo, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, no comparte la satisfacción de Moscú. Según declaró, "sólo dos de los 57 ataques aéreos rusos han sido dirigidos contra Daesh" (el Estado Islámico) y el resto, añadió, "contra la oposición" que apoya Ankara y Washington.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso para la actual intervención en Siria, el general Ígor Konashenkov, respondió a las acusaciones sobre el escaso impacto que los ataques rusos tienen en las filas yihadistas afirmando que "Estados Unidos lleva un año con los ataques aéreos y tenemos razones para creer que no siempre, o más bien, muy a menudo no se dirigen contra objetivos terroristas".

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, anunció que en Moscú hay disposición a entrar en contacto con el Ejército Libre Sirio, grupo que combate por igual a las fuerzas del régimen de El-Asad y a los yihadistas, para coordinar la lucha contra el Estado Islámico, incluyendo en primer lugar información sobre los bombardeos. Zajárova instó a la llamada "oposición moderada" a iniciar un proceso político.

A juicio de Putin, "si se trata del ala militar de la oposición moderada, unir los esfuerzos en la lucha contra organizaciones terroristas como el Estado Islámico o el Frente al-Nusra sería un buena base para el posterior arreglo político en Siria". Según sus palabras, "por ahora no sabemos dónde se halla y quién dirige" el Ejército Sirio Libre.

El jefe del Kremlin aseguró además que "durante mi última visita a París, el presidente Hollande expresó una interesante idea según la cual, en su opinión, sería posible al menos intentar unir los esfuerzos de las tropas del presidente sirio y el Ejército Sirio Libre", algo que París se apresuró a desmentir de inmediato.