Italia espera más contribución de Unión Europea en materia de inmigración

En 2014 Italia registró 63.400 solicitudes de asilo. Se negó la protección internacional al 39%.

Inmigrantes tunecinos a su llegada a la isla italiana de Lampedusa.
Inmigrantes tunecinos a su llegada a la isla italiana de Lampedusa.
ROBERTO SALOMONE/AFP

El presidente de Italia, Sergio Mattarella, defendió que su país "continuará haciendo lo que sea necesario" para respetar los derechos de los demandantes de asilo pero, para ello, dijo esperar "la creciente contribución" de la Unión Europea (UE) y de la comunidad internacional.


"Nuestro país continuará haciendo lo que sea necesario para asegurar a los refugiados y a aquellos que piden asilo un trato respetuoso de los derechos fundamentales y de la dignidad humana", aseguró en una nota difundida con motivo del Día Internacional del Refugiado, que se celebra este sábado.


Una labor para la que espera "la creciente contribución de la UE y de la comunidad internacional".


El jefe de Estado dijo que Italia "siente alto y fuerte -desde siempre- el deber de la solidaridad hacia quienes alcanzan el país, cultivando la inspiración y la esperanza de una vida más segura y un porvenir para sí mismos y para sus hijos".


Defendió que la sensibilización de la opinión pública sobre la inmigración combate la indiferencia hacia "el indecible sufrimiento de quienes, en busca de un futuro mejor, se ven obligados a abandonar sus países".


"La sensibilización de la opinión pública y de las clases dirigentes ante el drama de quien vive cotidianamente los horrores de la guerra, la tragedia de las persecuciones, la miseria y las migraciones forzadas, contribuye a combatir la indiferencia hacia el indecible sufrimiento de quienes, en busca de un futuro mejor, se ven obligados a abandonar sus países", reza la nota.


Por último, Mattarella agradeció a la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) por la "significativa contribución que cotidianamente ofrece, con compromiso, dedicación y humanidad".


Italia, por su posición geográfica, constituye una puerta a Europa especialmente para los inmigrantes que cruzan el mar Mediterráneo desde las costas del norte de África.


Tal es así que, de acuerdo a los datos que maneja ACNUR, de las casi 219.000 personas que cruzaron el Mediterráneo en el 2014, la mayoría de ellos, casi 170.000 personas, llegaron a Italia.


En lo que va de año, más de 46.000 personas han alcanzado costas italianas, si bien un gran número ve el país como un trámite para alcanzar otros países, sobre todo del norte europeo.


En 2014 se registraron 63.456 solicitudes de asilo en Italia, de los cuales 36.270 fueron examinadas y 3.641 aceptadas, el 10 % del total.


Un 23% consiguió una protección subsidiaria, el 28%, una protección humanitaria y se negó la protección internacional al 39% de los casos, a 14.217 personas.


La Convención de Ginebra (1951) establece que un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país".


"O que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él".