​El ataque de las FARC genera propuestas para redefinir el proceso de paz

Algunas de las propuestas son establecer una fecha límite para la firma de acuerdos o concentrar a los rebeldes en zonas prefijadas.

Veinticuatro horas después de conocerse el ataque de las FARC en el que murieron 11 militares y 24 resultaron heridos, Colombia debate propuestas para redefinir el proceso de paz, como establecer un fecha límite para la firma de acuerdos o concentrar a los rebeldes en zonas prefijadas.


El rechazo al suceso, que los medios colombianos califican de "masacre", crece hoy entre la polarizada sociedad colombiana, especialmente la urbana, cuyas reticencias a los diálogos de paz no dejan de aumentar con los vídeos y testimonios que llegan desde la zona rural de Buenos Aires, en el departamento del Cauca (suroeste), donde ocurrieron los hechos.


Allí, como en el resto del convulso Cauca, la actividad de las Fuerzas Militares y la Policía es constante hoy, el día después, con búsquedas por tierra y aire de los responsables de lo que el Ejército ha definido como una emboscada.


"Hay informaciones que hablan de 70 guerrilleros implicados en este ataque. El operativo para buscarles es grande", dijeron a Efe fuentes militares, que confirmaron que los cadáveres de los fallecidos ya fueron entregados a sus familias.


Mientras los operativos continúan y la población de la zona teme que regresen los bombardeos ordenados ayer por el presidente Juan Manuel Santos, surge una confrontación dialéctica entre los negociadores de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que hablaron desde La Habana, y sectores judiciales y políticos del país.


"Los métodos de ataque que fueron utilizados por las FARC, que incluyeron el uso de artefactos explosivos no convencionales, constituyen un crimen de guerra, adicional a los homicidios que se han cometido", aseguró hoy el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre.


Además, añadió, los soldados fueron atacados cuando dormían en un polideportivo, y al no estar en combate los uniformados "gozan del estatus de persona protegida"; es decir, la guerrilla habría realizado una "infracción al Derecho Internacional Humanitario", algo que los rebeldes niegan desde Cuba.


La indignación del país ante el ataque ha generado propuestas para redefinir el proceso de paz, como la idea del vicepresidente, Germán Vargas Lleras, que planteó poner una fecha límite para que las negociaciones no se prolonguen indefinidamente y se reduzcan los riesgos de confrontación.


"Si le fijan unos plazos (a los diálogos), para sí o para no, se reducen los riesgos; más allá de la reanudación plena del Ejército, ya va llegando la hora, y yo creo que el país así lo quiere, de que las negociaciones se materialicen y se concreten y habrá que tomar una definición pronto", sostuvo en entrevista con la emisora RCN.


Sobre la posición de Santos en este asunto, el vicepresidente aseguró que el mandatario es "quien más interés tiene en que el proceso avance", insinuando así que no sería totalmente contrario a la idea.


En la orilla contraria, el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe dijo que "se necesita una pausa para reorganizar el proceso" y volvió a proponer una zona de concentración para la guerrilla sin que esta abandone el alto el fuego unilateral e indefinido que iniciaron el pasado 20 de diciembre.


"Si lo que va a haber es una escalada terrorista que amenace al país, el Gobierno debe pensar en suspender el proceso", añadió.


El analista Ariel Ávila dijo a Efe que "hay que tener cuidado con las voces que piden acabar con los diálogos, porque sería dramático" en términos de confrontación, si bien no considera que esta situación vaya a producirse porque, como hace notar, ni Santos ni las FARC han llamado a consultas a sus negociadores de paz.


Pese a lo impactante del ataque de ayer, este experto de la Fundación Paz y Reconciliación recuerda que en los tiempos previos a los diálogos de Cuba la guerrilla y la fuerza pública mantenían "entre 180 y 200 acciones armadas al mes" y que desde que se inició la tregua unilateral de los rebeldes se han producido "solo siete casos en los que parece haber violación del cese el fuego".


"Es posible que los diálogos cambien pero no parece ese el riesgo; puede esperarse que las FARC tengan un poco de cabeza fría y no levanten el alto el fuego" unilateral e indefinido, sostiene Ávila, que se muestra partidario de retomar medidas que reduzcan la intensidad del conflicto armado.


Será en cualquier caso la subcomisión técnica para el fin del conflicto, integrada por altos mandos militares y de la guerrilla, quienes recomienden a los negociadores qué medidas tomar, que por el momento continúan siendo una incógnita.