​Miles de yemeníes salen a las calles contra los rebeldes hutíes

Protestan contra el golpe de Estado que provocó la dimisión del presidente y piden la paz.

Miembros de los rebeldes hutíes
​Miles de yemeníes salen a las calles contra los rebeldes hutíes
Reuters

Miles de ciudadanos yemeníes salieron este sábado a las calles de la capital Saná y otras ciudades para protestar contra el movimiento rebelde chií de los hutíes, que provocó hace dos días la dimisión del presidente y el Gobierno del país. En Saná, miles de personas se concentraron en la Plaza Taguir (Cambio) y entonaron consignas como "Yemeníes, despertad" o "No a la milicia hutí", según pudo constatar Efe.


También portaron pancartas donde se podían leer frases como "Rechazamos el golpe de Estado", "No nos gobernarán milicias armadas" o "Necesitamos la paz". Los manifestantes, que se dirigen a la residencia del dimitido presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, quemaron fotografías del líder del movimiento rebelde, Abdelmalek al Huti.


Varios partidarios del grupo chií irrumpieron en la manifestación e increparon a los asistentes, algunos armados con porras y puñales, según dijeron a Efe testigos. Estas fuentes añadieron que uno de los manifestantes tuvo que ser trasladado a un hospital tras haber sido apuñalado por un seguidor de los rebeldes.


Aparte de en la capital, también se registraron protestas en contra de los hutíes en las ciudades de Damar (centro), Eb y Taiz (suroeste).

Además, está previsto que otra marcha similar tenga lugar más tarde en la localidad de Hodeidah (oeste), donde se encuentra el segundo puerto más grande del país, en el Mar Rojo.


Mansur Hadi y el primer ministro, Jaled Rahah, presentaron su renuncia el pasado jueves tras verse incapaces de reconducir la situación de crisis a la que ha llegado el Yemen debido a la rebelión del movimiento hutí.


Está previsto que mañana se celebre una reunión en el Parlamento, donde los diputados deberán decidir si aceptan o no la dimisión del presidente. Los hutíes y el presidente habían acordado el pasado miércoles un alto el fuego y alcanzaron un pacto por el que ambas partes cedían en sus condiciones, con el objetivo de poner fin a la crisis.


Según ese acuerdo, los rebeldes chiíes debían haber abandonado el palacio presidencial que habían ocupado y se comprometían a retirarse de los alrededores de la residencia del hasta ahora jefe de Estado.


Por su parte, las autoridades accedieron a modificar ciertos aspectos de la Constitución y otorgar a los rebeldes un 50 % de participación en los puestos de liderazgo del Estado. Pero ninguna de las partes ha cumplido con lo acordado y ambas mantienen en vilo a un país que, además, se ve sacudido por los ataques y los secuestros de los terroristas de Al Qaeda.